Ni la suspensión ordenada por el Tribunal Constitucional, ni las advertencias del Gobierno y de la Fiscalía han hecho efecto, y la Generalidad ha puesto en marcha este domingo la consulta independentista que organiza desde hace semanas.
Finalmente, el Gobierno autonómico ha habilitado 1.317 colegios electorales con 6.695 mesas de votación, la mayor parte de ellos en locales de titularidad pública, y ha llamado a votar a los 6,3 millones de residentes en Cataluña mayores de 16 años.
Una consulta organizada plenamente por la Generalidad
A pesar de la falta de garantías democráticas -la consulta no ha sido convocada por escrito, se podrá votar durante medio mes, no hay una autoridad supervisora independiente, ni hay un censo electoral-, la Generalidad se ha encargado de implementar la logística, coordinar a más de 40.000 voluntarios, fabricar las urnas -de cartón-, imprimir millones de papeletas, ceder colegios públicos, activar todo tipo de campañas institucionales, activar un centro de prensa internacional e invitar a observadores internacionales, como si de un referéndum oficial se tratase.
Además, el Ejecutivo autonómico ha anunciado que ofrecerá cifras oficiales de participación este domingo a las 14:00 horas, a las 20:00 horas y a las 22:30 horas. Unas cifras que, en cualquier caso, serán difíciles de verificar.
Rajoy justifica su inacción frente al 9N porque "no es una consulta"
Sin embargo, todo ello no ha sido suficiente como para que el Gobierno haya tratado de frenar este desafío a las leyes y los tribunales. Según el presidente del Gobierno, la votación del 9N no tiene nada que ver con un referéndum, ni con una consulta.
"Dije, palabras textuales, ese referéndum no se va a celebrar, es ilegal y no se va a celebrar, y así ha sido. Y lo de mañana [por este domingo] se le podrá llamar como se le quiera llamar, pero ni es un referéndum, ni es una consulta, ni es nada que se le parezca. Y no voy a calificarlo, lo que sí quiero decir es que no produce efecto alguno", ha señalado este sábado.