Numerosos expertos y organismos de Catalunya, del resto de España y del extranjero han alertado de las graves consecuencias económicas que acarrearía la secesión. Pero el ayuntamiento de Barcelona, que encabeza el convergente Xavier Trias, no parece verlo así, y este miércoles ha presentado un "libro blanco" que presenta una Barcelona prácticamente paradisíaca si se convirtiera en la capital de una hipotética Cataluña independiente.
La publicación, 'Barcelona, capital d'un nou estat', recoge la opinión de técnicos municipales y de un grupo de expertos externos en torno a las repercusiones de la hipotética independencia sobre Barcelona. Con aportaciones como que se crearían 40.000 puestos de trabajo nuevos, que infraestructuras como el puerto y el aeropuerto se verían beneficiadas, o que la ciudad captaría más inversión internacional, por el efecto capitalidad.
Sombras, pero pasajeras
Algunos de los expertos también advierten de sombras en este sentido. Así, avisan de que empresas catalanas podrían trasladar sus actividades fuera de Cataluña tras la secesión, o que los bancos catalanes pasarían por dificultades. No obstante, añaden que Barcelona también podría pasar a acoger sedes de empresas del resto de España, y que las tensiones para la banca serían transitorias.
El ayuntamiento de Barcelona anunció en septiembre que había encargado este informe, sin especificar su impacto sobre las arcas municipales.