ERC ganaría sobradamente unas elecciones al Parlamento autonómico de Cataluña con 38 ó 39 escaños (casi el doble de los 21 actuales) por delante de CiU, que obtendría 32 ó 33 (muy lejos de los 50 que tiene ahora).

Así lo apunta la segunda oleada del Barómetro de Opinión Política (BOP) del Centro de Estudios de Opinión de la Generalidad (CEO) publicada este viernes, consistente en 2.000 entrevistas personales realizadas entre el 29 de septiembre y el 23 de octubre.

CiU, bajando; ERC, subiendo

En la primera oleada del BOP, presentada en abril pasado, CiU todavía aparecía como la fuerza con más diputados autonómicos, con 35-36, mientras que ERC le pisaba los talones, con 34-35.

En estos últimos meses, no ha dejado de caer la intención directa de voto a CiU, que en abril se situaba en el 14,5% y que ahora está en el 13,8%. Mientras que la de ERC ha pasado del 20% al 21,4%.

PSC, PP e ICV-EUiA caen; C's se mantiene; la CUP crece

Tras ellos, se situaría el PSC, con 14-16 diputados autonómicos (obtuvo 20 en las autonómicas de 2012) y el PP, con 11-13 (tiene 19 actualmente).

ICV-EUiA, Ciudadanos y la CUP registrarían un triple empate, con 8 ó 9 escaños, lo que supondría que ICV-EUiA perdería 4 ó 5 asientos, C's matendría su representación actual, y la CUP la multiplicaría por tres.

Irrupción de Podemos

Más destacable es la posible entrada de Podemos en la Cámara autonómica. La formación liderada por Pablo Iglesias, que ahora no tiene representación, podría irrumpir con 10 u 11 escaños.

Además, según el CEO, Podemos cuenta con una intención directa de voto del 6,2%, la tercera más importante, por detrás de ERC y CiU, y empatada con la CUP.

Menos porcentaje de voto válido pero los mismos escaños

Por otra parte, cabe remarcar que la encuesta del CEO otorga a la suma de CiU y ERC una horquilla de 70 a 72 diputados autonómicos, con una estimación de voto válido del 42,6%.

Esto supone aproximadamente los mismos escaños que ambas formaciones tienen en la actualidad (71), a pesar de que en las pasadas elecciones autonómicas CiU y ERC obtuvieron un 44,4% de los votos válidos, 1,7 puntos más que los estimados en este BOP.

Sesgo de la muestra a favor del nacionalismo

Además, y como ocurre habitualmente, la muestra utilizada por el CEO presenta un claro sesgo hacia posiciones nacionalistas, o bien, se refleja el miedo de los no nacionalistas a mostrar su opción política públicamente.

Así, por un lado, un 19,3% de los entrevistados dice que votó a ERC en las pasadas autonómicas, cuando en realidad, solo lo hizo el 9,2% del censo; y el 4,1% asegura haber apoyado a la CUP, cuando en realidad lo hizo el 2,34%.

En cambio, solo el 2,7% reconoce haber votado al PP, pese a que en realidad lo hizo el 8,71% del censo; únicamente el 7,5% recuerda que votó al PSC, aunque lo hizo el 9,69% de los llamados a las urnas; solo el 5,4% admite haber votado a ICV-EUiA, aunque lo hizo el 6,64%, y solamente el 2% de los encuestados reconoce que votó a Ciudadanos, pese a que recibieron el apoyo del 5,08%.

Encuestas poco fiables

En todo caso, estos resultados deben tomarse con precaución, habida cuenta que el CEO se ha caracterizado en los últimos tiempos por su falta de fiabilidad, especialmente desde que Jordi Argelaguet -militante de CDC y ex miembro de ERC y del Moviment de Defensa de la Terra (MDT), organización vinculada a la banda terrorista ya desaparecida Terra Lliure- asumiera la dirección de la institución autonómica en febrero de 2011.

El caso más sonado fue el sondeo realizado pocas semanas antes de las elecciones autonómicas del 25 de noviembre de 2012. Entonces, el organismo de la Generalidad auguró que CiU arrasaría con una horquilla de 69 y 71 escaños, un 42% más de los 50 que finalmente obtuvo; otorgó al PSC quince asientos, cinco menos de los que consiguió; dejó a ERC con catorce escaños, un tercio menos de los que logró, y previó que Ciudadanos alcanzaría seis diputados autonómicos, también un tercio menos de los que finalmente obtuvo. No hubo dimisiones.