La impugnación de la muy singular consulta del 9N no es sólo un problema entre el independentismo catalán y el Estado sino que, a la vez, es un grave problema intracatalán, es decir interno en Cataluña.
Todo indica que es también el inicio del fin de la desastrosa carrera política de Mas, con su previsible sustitución por Oriol Junqueras. En cuanto a Mas, ya no le quedan filigranas para hacer soñar.
A corto plazo, se complica el enfrentamiento abierto entre ERC y CDC. Mas puede creer, quizás aún más que antes, que podrá liderar un lista conjunta para las próximas elecciones, pero ERC continuará demostrándole que no se lo permitirá, nunca, en absoluto.
A largo plazo, un fracaso
A largo plazo, todos los supuestos llevan sólo al fracaso, pero con muchos matices. ¿Se forzará una especie de votación con algunos (pocos) disturbios comprendidos? ¿Habrá una nueva concentración masiva? ¿Mas reconocerá finalmente que todo este descalabro requiere unas elecciones autonómicas anticipadas, por no decir urgentes? ¿Si estas elecciones efectivamente se convocan, quién será el candidato de CDC?
Se acaba de abrir un melón. El análisis de su contenido será complejo y mutante. Habrá que recordar que el día de la suspensión por el Tribunal Constitucional del primer intento de consulta se llenaron solamente tres plazas de ciudades de Cataluña. La de San Jaime en Barcelona, la del Vi de Gerona y la del Ayuntamiento de Vic. El Gobierno español lo ha tenido muy en cuenta a la hora de optar por la segunda suspensión. También ha considerado hechos que indicarían un fraude de ley por parte de la Generalidad. Así, esta ya ha gastado nueve millones de euros para un acto que oficialmente dice no patrocinar jurídicamente.
Ninguna astucia, ni ases en la manga
Anteayer un cuadro de CDC me manifestaba que "si el 9N no se pudiera votar, Mas debería dimitir inmediatamente. Quedaría demostrado que de astucia y de ases en la manga nada de nada. Pero el problema también radica en que hoy CDC no tiene ni un solo candidato para sustituir a Mas. Para mí, los dos únicos posibles serían el consejero Santi Vila y el ex consejero Lluís Recorder. Respecto al primero, la no asistencia de ningún consejero de CDC a una reciente conferencia suya muestra que la cúpula de CDC le odia. En cuanto a Recoder, este no quiere en absoluto. Si vuelve a la política será dentro de años. Se le hicieron todas las malas jugadas imaginables".
Junqueras, por delante de Mas siempre
Otra incógnita consiste en saber si se abre un período de mayor tensión en la calle o bien entramos en una fase de desmovilización. Sólo los hechos -el número de participantes en las reacciones- lo podrán aclarar.
Sin embargo, todo indica que Mas no podrá situarse por delante de Junqueras. La estabilidad parlamentaria está en manos de este último, que además puede esperar más simpatías por parte de Iniciativa y, muy por supuesto, de la ACN que no Mas. La prepotencia de Mas ha pasado a ser una gran flor para poner en la tumba de su sepultura política.
Más radicalización
Los últimos días han mostrado la radicalización múltiple de todo el entramado externo (más o menos) a CDC y a ERC. En efecto, he podido constatar que muchas bases territoriales de la ANC son aún más radicales que ERC. Algunas se pronunciaron contra la variante actual de consulta, al preferir ir ya a una declaración unilateral de independencia.
A la vez, una fuente de esta organización me dice que, si dentro Òmnium hubiera una votación para elegir entre Mas y Junqueras, ganaría de largo Junqueras, lo que no era así hace unos meses.
CDC teme las municipales
Una muy alta fuente de la dirección de CDC me dice: "Mas ya ha informado al más alto nivel de que hay que evitar que las elecciones municipales sean antes que las autonómicas, porque todas las encuestas reservadas (del CEO o de CDC) muestran que en las autonómicas podemos salvar algunos muebles pero, si primero hay unas municipales, CDC quedará barrida por ERC". Ahora, uno de los dirigentes de CDC más atareado es Lluís Corominas. Debe ir buscando candidatos a alcalde y a concejal a raudales, ya que dentro de CDC hay clamores de fuga, ante el batacazo municipal que se esperan.
"Se puede dar la paradoja -añade la fuente- de que haya dos listas independentistas en las autonómicas anticipadas. CDC y ERC se pelearían mucho pero después deberían entenderse, aunque quizás conjuntamente no alcanzarían la mayoría de los escaños. No hay que olvidar que Podemos estará en el futuro Parlamento [autonómico] y que su llegada perjudicará a los grandes partidos, como consecuencia de la Regla d'Hondt. Las incertidumbres son infinitas, mientras que la posibilidad de que negociemos (CDC) con el PSC o con el Gobierno español es nula, nula del todo".