ICV mantiene un discurso cargado de ambigüedad con respecto al simulacro de consulta anunciado para el 9 de noviembre, en sustitución del referéndum secesionista original, que fue suspendido por el TC, y que la formación ecosocialista sí apoyaba sin reparos -aunque sin mojarse sobre la independencia-. Mientras hasta hace pocos días parecía que el partido se inclinaba por rechazar el nuevo 9N, que su líder llegó a tachar de "sucedáneo de consulta", ahora llama a la "movilización", y critica las "amenazas" del Gobierno de impugnarlo.
En rueda de prensa este lunes, el secretario general de ICV, Josep Vendrell, ha lamentado las "amenazas crecientes" que a su juicio está lanzando el Gobierno ante el 9N alternativo. "Primero mostraron indiferencia, y ahora ya han encargado el informe al abogado del Estado, lo que puede acabar en una impugnación", ha señalado Vendrell, recordando que el Ejecutivo anunció el viernes que estudiaba un recurso ante el Tribunal Constitucional sobre el simulacro de consulta.
En esta línea, Vendrell ha considerado que impugnar el 9N sería un "error" del Gobierno. Y ha opinado que, si esto sucediera "la mejor respuesta" sería "la denuncia y la movilización ciudadana ante imposiciones autoritarias del Gobierno del PP".
Un llamamiento a la "movilización" que, de hecho, ICV ha estado priorizando en los últimos días para el 9N. Sin especificar -es decir, dejando en la ambigüedad- si esta movilización incluye o excluye el voto en el simulacro de consulta.
El acento, en la "movilización"
De hecho, el pasado viernes, después de que la reunión del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, en el cual participa ICV, consensuara un documento de compromiso en el que sus integrantes se comprometían a "trabajar unitariamente" para que el nuevo 9N significara "una gran movilización", ICV puso el acento en que este objetivo podría lograrse mediante el voto, pero también mediante "otras formas de participación".
También esta fue su primera postura tras la renuncia del presidente de la Generalidad, Artur Mas, al 9N original, cuando desde ICV se pidió manifestarse ante los colegios el 9N, para expresar su rechazo a la suspensión del referéndum secesionista, pero sin votar en el nuevo 9N. Y más allá fue el colíder del partido y líder de la coalición de ICV-EUiA, Joan Herrera, cuando afirmó que no votaría en el 9N alternativo y lo tachó de "sucedáneo de consulta".
Desde las declaraciones de Herrera, no obstante, ICV ha evitado nuevas descalificaciones al nuevo 9N, así como desincentivar el voto en esa jornada. Para añadir más ambigüedad, ICV -igual que sus socios en la coalición, EUiA-, evita pronunciarse sobre la independencia, y en su día pidió el 'sí' a la primera pregunta del referéndum secesionista suspendido -"¿Quiere que Cataluña se convierta en un estado?"-, sin pronunciarse sobre la segunda -"¿Quiere que este estado sea independiente?", que es la que realmente marca la línea entre secesionistas y no secesionistas.