Política

"Para que el número de independentistas diera la sensación de ir en aumento, al derecho de autodeterminación le llamaron derecho a decidir, un término deliberadamente confuso. ¿quién no quiere decidir en una democracia? Ahora ya no se engañaban entre sí los partidos, ahora eran estos partidos quienes estaban engañando a los ciudadanos. Algunos de estos ciudadanos, pobres inocentes, se han manifestado repetidas veces a favor del derecho a decidir sin darse cuenta que, siendo contrarios a la independencia, la estaban pidiendo"

24 octubre, 2014 08:44

Francesc de Carreras, profesor de Derecho constitucional y miembro del Consejo Editorial de CRÓNICA GLOBAL, en un artículo publicado este miércoles en El País:

"[...] Para que el número de independentistas diera la sensación de ir en aumento, al derecho de autodeterminación le llamaron derecho a decidir, un término deliberadamente confuso. ¿quién no quiere decidir en una democracia? Ahora ya no se engañaban entre sí los partidos, ahora eran estos partidos quienes estaban engañando a los ciudadanos. Algunos de estos ciudadanos, pobres inocentes, se han manifestado repetidas veces a favor del derecho a decidir sin darse cuenta que, siendo contrarios a la independencia, la estaban pidiendo.

Así pues, los partidarios actuales de la independencia son los tradicionales nacionalistas identitarios más los nuevos nacionalistas económicos, muchas veces estos segundos ya identificados con los primeros. En el recuento de las manifestaciones hay que sumarles, además, los cándidos no independentistas partidarios del derecho a decidir. Y en los últimos meses, es preciso añadirles también algunos miembros de los movimientos antisistema, los de verdad, los que pretenden un cambio de las estructuras sociales y económicas. '¿Cuál es el enemigo principal?', se preguntan. La respuesta es obvia: el sistema. 'Pues hay que apuntarse al independentismo que, por lo menos, cambiará el sistema político'. A río revuelto ganancia de pescadores.

A esto hemos llegado: los identitarios de siempre, los económicos al estilo de la Liga Norte, los engañados por el derecho a decidir y los antisistema socioeconómico que sienten empatía por otros antisistema muy distintos e intentan sacar provecho de ello. Un batiburrillo ciertamente caótico aunque de momento eficaz. Hasta hace muy poco todo ha sumado y hasta multiplicado, ahora todo esto empieza a dividir, quizás pronto todo comience a restar. Aunque, en tiempos de confusión, nunca se sabe lo que puede llegar a suceder".