El presidente saliente -abandonará su cargo a final de mes- de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Durao Barroso, ha vuelto a expresar su punto de vista sobre el reto secesionista avalado en Cataluña por el presidente de la Generalidad, Artur Mas. Y lo ha hecho, una vez más, en los mismos términos en los que acostumbra, razonando que es necesario atenerse a la legalidad, que una hipotética Cataluña independiente quedaría automáticamente fuera de la Unión Europea, y que esta debe "sumar, no dividir".
En una entrevista a la revista Vanity Fair, Durao Barroso, que el día 31 dejará su puesto al frente de la CE al también conservador Jean Claude Juncker, ha insistido en que el proyecto secesionista encabezado por CiU y ERC debe resolverse "en el marco constitucional español", y que es necesario respetar la soberanía de los Estados.
Trabaja por una "Europa unida"
Unas palabras, de nuevo, nada halagüeñas para las aspiraciones de parte del entorno independentista de conseguir un apoyo externo en la UE -o, al menos, una simpatía-. Y que aun se han vuelto más negativas para los intereses de los separatistas cuando ha insistido en que, desde el momento en que la UE trabaja por una "Europa unida", y aun sin querer entrar a valorar "situaciones particulares", a su parecer, "cuanta más unidad, mejor, y cuanta más división, peor".
A pesar de no querer opinar sobre estas "cuestiones particulares", Durao Barroso no ha tenido problemas en referirse específicamente al futuro de una hipotética Cataluña independiente en relación a la UE. Y, como otras veces, ha sido muy claro, al señalar que "es evidente" que esta quedaría automáticamente fuera de la UE en el momento de la secesión, por lo que debería solicitar su adhesión posterior al club comunitario.