El presidente de Ciutadans, Albert Rivera, ha insistido este domingo en su mensaje regeneracionista recurrente en los últimos días, al hacer un juego de palabras con las aspiraciones de los secesionistas catalanes y remarcar que lo que el desea es "independizarse de la corrupción", se dé esta en Cataluña o en el resto de España.

En declaraciones a los medios en el acto festivo organizado este domingo por Sociedad Civil Catalana en la plaza de Cataluña de Barcelona, con motivo del Día de la Hispanidad, y acompañado de la portavoz parlamentaria de C's, Carina Mejías, y la diputada de la formación 'naranja' Inés Arrimadas, Rivera ha pedido "independizarse" de los presuntos casos de corrupción, y ha citado los escándalos de los casos Pujol, Bárcenas, las tarjetas opacas de Caja Madrid, y los ERE en la Junta de Andalucía.

El enemigo, la mala gestión

En esta línea, ha proclamado que no desea "cambiar de pasaporte", como sí pretenden los secesionistas, y ha recalcado que el "enemigo" de los ciudadanos catalanes "no es España", sino la mala gestión de los dirigentes políticos, la corrupción y la crisis económica.

A la vez -y coincidiendo con declaraciones simultáneas de la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho-, Rivera ha instado al presidente de la Generalidad, Artur Mas, a que admita finalmente que no se celebrará el referéndum independentista del 9 de noviembre, y que convoque ya elecciones autonómicas anticipadas. "El juego se ha acabado", ha concluido Rivera.