"Votar une, no separa; lo que separa es no dejar votar. Fíjense en lo que ha ocurrido en Escocia: el 85% de la población ha ido a votar. Esto une al pueblo a través del voto, que es la forma civilizada de resolver conflictos y diferencias en una demoracia".
Estas palabras que ha pronunciado el presidente de la Generalidad, Artur Mas, este viernes tras conocerse el resultado del referéndum sobre la independencia de Escocia han quedado desmentidas a las pocas horas, cuando partidarios y detractores de la secesión de Escocia se han enfrentado violentamente en el centro de Glasgow.
Al parecer, el resultado del referéndum -que han ganado los defensores de que Escocia siga en el Reino Unido, con un 55,3% de los votos- no ha gustado a todo el mundo, y ha dejado más fracturas de lo esperado en la sociedad escocesa.
Disturbios y detenciones
Por la tarde, la policía escocesa tuvo que intervenir para evitar el choque entre decenas de manifestantes a favor y en contra de la independencia de Escocia que se encontraron en la céntrica George Square de Glasgow. Loa agentes se interpusieron entre ambos grupos para mantenerles separados cuando se empezaron a lanzar objetos mutuamente.
Sin embargo, según recogen diversos medios, finalmente se produjeron disturbios y enfrentamientos entre ambos bandos, lo que obligó a la policía a realizar diversas detenciones.
La líder de los laboristas escoceses, Johann Lamont, señaló que el orden se estableció "tan pronto como fue posible", mientras que la dirigente conservadora Ruth Davidson lamentó "ver escenas como esas en las calles" de Escocia. El liberaldemócrata Menzies Campbell, por su parte, consideró "extremadamente desalentadores" los desórdenes. "Para alguien como yo, comprometido con el proceso democrático, que valora el modo en que las cosas se han llevado a cabo hasta ahora, esto es extremadamente desalentador", añadió.