En el pleno de este viernes del Parlamento autonómico de Cataluña, en el que se ha aprobado la Ley de Consultas con la que el presidente de la Generalidad, Artur Mas, pretende convocar el referéndum secesionista, no ha faltado de nada.

Como era previsible, se han repetido los ya tradicionales abucheos y gritos de "botiflers" ("traidores") que un grupo de independentistas congregados a las puertas de la Cámara autonómica -en esta ocasión, movilizados por la ANC- ha dedicado a los lideres del PP -Alicia Sánchez-Camacho- y del PSC -Miquel Iceta- (el de C's, Albert Rivera, se ha librado de ellos porque ya se encontraba dentro del edificio al formarse la manifestación).

Pero en esta ocasión, se ha sumado un nuevo elemento a la liturgia independentista: la bandera de España -que, al igual que la de Cataluña, y en contra de lo establecido por la ley, únicamente se iza los días que hay plenos- ha sido colgada al revés en los mástiles oficiales del Parlamento autonómico, un gesto que habitualmente se utiliza para mostrar el desprecio hacia una enseña.

Según TV3, los responsables de la Cámara autonómica aseguran que se ha tratado de "un error humano" que ha sido "corregido al cabo de pocos minutos".