El ministro principal de Escocia, presidente del Partido Nacional Escocés (SNP) e impulsor del referéndum independentista celebrado hace menos de 24 horas, ha anunciado este viernes su dimisión tanto del gobierno regional como de su cargo en el partido, como respuesta al fracaso de su plan secesionista, tras la clara victoria del 'no' a la independencia en el referéndum. Según ha explicado, su renuncia se hará efectiva en noviembre, una vez que el SNP elija a su sucesor.
El referéndum ha sido el gran proyecto de Salmond desde antes de llegar al poder en Escocia, en 2007, y su resultado ha supuesto, por tanto, una descalificación global de su proyecto, después de que los escoceses decidieran permanecer dentro del Reino Unido, con un 55% de los votos, frente a un 45% obtenido por los partidarios de la secesión.
En una intervención televisada, y tras agradecer su apoyo a los "1,6 millones" de votantes independentistas y al conjunto de los ciudadanos escoceses, por la alta participación en el referéndum, Salmond ha anunciado su "decisión" sobre "quién es el más indicado para llevar adelante este proceso político".
Seguirá como diputado raso
"Creo que en esta nueva y emocionante situación, impregnada de posibilidades, el partido, el Parlamento y el país [por Escocia] se beneficiarían de un nuevo liderazgo", ha razonado, antes de anunciar que no optará a la reelección como líder del SNP en la próxima conferencia del partido, en noviembre, y que, después de esta, una vez elegido su sucesor en el SNP, dimitirá también como ministro principal escocés "para permitir que el nuevo líder sea elegido por el proceso parlamentario debido".
Una vez formalizada su doble dimisión, Salmond seguirá ocupando su escaño en el Parlamento regional escocés, obtenido en la circunscripción de Aberdeenshire Oriental, según ha anunciado también.
Además de anunciar su futura dimisión, Salmond ha hecho algunas breves valoraciones políticas. Una vez descartada la independencia en el referéndum, y centrándose en los aspectos positivos para el nacionalismo, señaló que ahora hay que asegurar que el Gobierno británico cumpla su promesa aumentar la autonomía escocesa, algo que, según ha valorado, "pone a Escocia en una posición muy fuerte".
Llamamiento a seguir con "el activismo"
En este sentido, y después de alertar de las reticencias del partido conservador a apoyar la promesa del primer ministro británico, David Cameron, para hacer ya los primeros pasos en el incremento de esta autonomía, ha hecho un llamamiento a los escoceses:
"Los guardianes reales del progreso no son los políticos en Westminster, o incluso en Holyrood [el Parlamento regional escocés], sino el enérgico activismo de decenas de miles de personas que pronostico que se negarán a volver mansamente a las sombras políticas".
Finalmente, y aludiendo -tácitamente- al futuro de su partido y del nacionalismo escocés después de la jornada de ayer, Salmond ha querido lanzar un mensaje de optimismo: "Hemos perdido el referéndum, pero todavía podemos llevar la iniciativa política. Más importante aún, Escocia todavía puede surgir como el verdadero ganador", ha concluido.