Escocia seguirá formando parte del Reino Unido. El 55,30% de los escoceses que ha acudido a votar en el referéndum celebrado este jueves ha optado por el 'No' a la independencia (2.001.926 votos), frente a un 44,70% que ha apostado por el 'Sí' a la secesión (1.617.989 votos). La participación ha sido del 84,59%. De esta forma se han confirmado los resultados que avanzaban los últimos sondeos que se habían publicado.
El primer ministro británico, David Cameron, antes de que acabase el escrutinio -pero cuando el resultado final era más que evidente-, se ha apresurado a felicitar a través de Twitter al responsable de la campaña 'Better together' ('Mejor juntos'), Alistair Darling, en lo que ha calificado de "campaña bien disputada".
Por su parte, el primer ministro de Escocia, Alex Salmond, ha calificado el referéndum como "un gran proceso de consenso", ha aceptado el resultado, y ha instado al Gobierno del Reino Unido a cumplir sus promesas para dar más competencias al Gobierno de Escocia.
En Glasgow, la circunscripción más poblada de Escocia, el 'Sí' ha ganado con el 53.49% de los votos frente al 46.51%. En cambio, en Edimburgo, la segunda con más población, el 'No' se ha impuesto con el 61,10% de los sufragios frente al 38.90%.
Cameron: "Ahora el debate ya ha quedado cerrado para toda una generación"
En declaraciones desde Downing Street, Cameron ha señalado que "ahora el debate ya ha quedado cerrado para toda una generación o tal vez, como dicen algunos, para toda una vida". "Por tanto, no habrá discusión, ya hemos visto cuál es la voluntad del pueblo escocés", ha subrayado.
El primer ministro británico ha reconocido que se le "habría roto el corazón" al ver que de Reino Unido "se acababa", y ha recordado que podría haber "bloqueado" la celebración del referéndum pero ha considerado que, como "demócrata", "era adecuado respetar" la propuesta planteada por el SNP, con mayoría en el Parlamento de Escocia.
En base a estos resultados, y tal y como había prometido durante la campaña, Cameron ha señalado que ahora se abrirá una negociación para llegar a "un acuerdo justo para la gente de Escocia, y sobre todo para todos en Inglaterra, Irlanda del Norte y Gales" en relación a una descentralización de competencias.