La portavoz de UPyD, Rosa Díez, durante su intervención

La portavoz de UPyD, Rosa Díez, durante su intervención

Política

La ANC no pudo justificar unos ingresos de 1,5 millones de euros en 2013

Las actas de las reuniones de la dirección demostrarían el absoluto descontrol de la gestión económica de la entidad independentista que, según publica 'Abc', podría haber incurrido en un supuesto delito fiscal que habrían tratado de ocultar a Hacienda. La ANC se ha caracterizado por su falta de transparencia desde su fundación.

1 septiembre, 2014 16:20

Uno de los argumentos más repetidos por el secesionismo catalán es que en una Cataluña independiente no se producirían los casos de corrupción que han asolado España en los últimos años, y que la independencia es una oportunidad para construir un país nuevo y más transparente. Sin embargo, las actitudes de los principales agentes que promueven el proyecto secesionista no aportan mucha consistencia a ese argumento.

Según publica este lunes el diario Abc, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) admite que en su contabilidad interna correspondiente al ejercicio 2013 figuraban ingresos sin justificar por valor de 1,5 millones de euros, lo que podría suponer un delito fiscal. El rotativo se basa en las actas de algunas de las asambleas celebradas por el Secretariado Nacional de la organización independentista a las que habría tenido acceso.

Intentaron ocultar las irregularidades a Hacienda

En esas reuniones, algunos dirigentes de la ANC reconocieron "la existencia de las irregularidades" y "valoraron distintas opciones para tratar de justificar los ingresos con el fin de evitar que fueran detectados por Hacienda".

El principal problema radicaría en que la contabilidad de la entidad no reflejaría cuál es el origen de 1,5 de los 1,7 millones que aparecen imputados a donaciones en el año 2013.

"Estamos en situación de posible delito fiscal"

Según Abc, de las actas se deduce que "los miembros de la ANC fueron conscientes de la posibilidad de defraudar a Hacienda en las reuniones del Secretariado Nacional celebradas a primeros de 2014, en las que se abordó el cierre de las cuentas del año 2013", con el objetivo de justificar ese millón y medio de euros de origen poco claro.

En la reunión del 1 de abril de 2014, uno de los asistentes, Carles Valls, advirtió: "Hay que tener claro que si no podemos justificar estamos en situación de posible delito fiscal. ¡Estamos hablando de 1’5 millones!. [...] Puedo dar por buenos los números si el tesorero se compromete a justificarlos".

"El problema gordo es que se deben justificar 1,5 millones porque lo dice la ley"

El tesorero, Oriol Sallas -que sustituyó a Llorenç Sotorres en junio de 2013-, aseguró en un encuentro celebrado el 15 de febrero de 2014 que la contabilidad de su antecesor no era correcta: "Respecto a la anterior gestión, en el traspaso con Llorenç Sotorras, éste reconoció que exclusivamente se dedicaba a llevar la contabilidad de la ANC central. Ahora ha reconocido que no se hacía bien".

El problema era el descontrol de las cuentas de las asambleas locales, por lo que un mes después solicitó hacer una auditoría externa. Los directivos de la ANC crearon una comisión de expertos para intentar solucionar el problema.

En la reunión el 1 de abril se recoge la recomendación de los expertos para soslayar el delito fiscal: "Cambiar el concepto de 'donaciones' por el de 'aportaciones'". Además, sugirieron no incluir el concepto 'ventas', porque 'si no estábamos reconociendo que vendíamos y había que cambiar el sistema fiscal'. Valls insistió entonces: "El problema gordo es que se deben justificar 1,5 millones porque lo dice la ley y por ahí es por donde nos pueden pegar".

Una entidad caracterizada por su falta de transparencia

En base a la información publicada este lunes por Abc, el sindicato ultra Manos Limpias ha anunciado que ampliará la denuncia que presentó la semana pasada contra ANC por incitar a la sedición, añadiendo la acusación de un presunto delito fiscal.

Más allá de las propuestas extravagantes de la ANC (como preparar una declaración unilateral de independencia para Sant Jordi de 2015; diseñar el ejército y el servicio de inteligencia para una virtual Cataluña independiente; elaborar una Constitución para la República catalana; o aceptar como colaboradores a condenados por asesinato), la entidad -controlada por ERC- se ha caracterizado desde su nacimiento por la falta de transparencia interna, que los sectores disidentes atribuyen principalmente a las actitudes del polémico Pere Pugès, 'mano derecha' de la presidenta, Carme Forcadell.