El Gobierno tiene diseñadas todas las respuestas posibles frente al desafío independentista que promueve el presidente de la Generalidad, Artur Mas, incluida una posible suspensión parcial de las funciones del Ejecutivo autonómico apelando al artículo 155 de la Constitución "para el supuesto de que la desobediencia sea extrema". Así lo asegura este lunes el diario Abc citando a "fuentes del Gobierno".
Según esta información, el Gobierno bajara la posibilidad de asumir las competencias de la Generalidad en materia de educación y de seguridad en el caso de que Mas optase por incumplir una probable suspensión de la Ley de Consultas y de la convocatoria del referéndum secesionista que ha anunciado. "Ni un solo colegio se convertiría en sede electoral, y ni un solo mosso d'esquadra podría permitir su apertura", indica el diario. Rajoy tampoco permitiría la celebración de "sucedáneos" o simulacros de consultas en ayuntamientos o diputaciones.
"Tanto el Senado como los servicios jurídicos del Estado tienen diseñada 'al detalle y con todo rigor' la ruta jurídica para su aplicación" de la suspensión, destaca Abc. Pero el Gobierno confía en que, finalmente, Mas no hará nada ilegal y no será necesario poner en marcha este proceso.
Las alternativas de Mas
Tras la probable imposibilidad de celebrar la consulta el 9N, a Mas se le abren diversas alternativas. Una de ellas sería convocar elecciones de forma inmediata o en primavera, a las que CiU podría concurrir en solitario o con ERC. Sin embargo, estos le exigen que, para cerrar este acuerdo, se comprometa posteriormente a realizar una declaración unilateral de independencia, lo que aleja la posibilidad de formar la coalición por el rechazo de UDC a esta estrategia.
Otra opción pasaría por tratar de agotar los dos años que restan de legislatura en solitario, para lo que podría contar con el apoyo explícito del PSC -que se ha ofrecido reiteradamente a hacerlo- e incluso, implícitamente, del PP, si da un paso atrás en sus planes rupturistas. En todo caso, cualquiera de las alternativas tendrían un alto coste político para Mas.