El presidente de la Generalidad, Artur Mas, se aferra a la posibilidad de un acuerdo con ERC para tratar de darle salida a una suerte de 'plan B' que pase por convocar elecciones anticipadas este invierno sin que por ello su gobierno quede debilitado del todo, toda vez que el previsible veto del Tribunal Constitucional pondrá fin a su compromiso con un referéndum secesionistas para el próximo 9 de noviembre.
Según ha publicado este domingo el diario Ara, el presidente autonómico se teme "un seis de octubre como el que protagonizó Lluís Companys en 1934", y por ello está dispuesto a tantear a los republicanos para consensuar una respuesta a la impugnación de la consulta en forma de elecciones autonómicas con carácter plebiscitario.
Una "gran coalición" para salvar los muebles
De hecho, el pasado 7 de agosto, después de la confesión de fraude fiscal del ex presidente de la Generaliadad Jordi Pujol y de su reunión con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, Mas se reunió con Junqueras para informarle de que, si el TC vetaba el referéndum, la Generalidad lo acataría.
Como contrapartida, el líder de CiU ofreció al republicano una "gran coalición" -que sumaría a los críticos del PSC y a "elementos de la sociedad civil"- para convocar inmediatamente después una elecciones autonómicas "no convencionales" con Mas encabezando una "lista de unidad".
Siempre según el diario antecitado, ambos líderes se habrían dado el mes de agosto para reflexionar sobre la oferta, y tienen previsto volver a verse durante la primera quincena de septiembre.
Mas, en la encrucijada
En cualquier caso, una de las condiciones indispensables planteadas por Junqueras es que la coalición resultante debería comprometerse con una declaración unilateral de independencia en el Parlamento autonómico, lo que presumiblemente provocaría el divorcio de CDC y UDC.
La "lista de país" esbozada por CDC en la campaña para las elecciones europeas -que habría disimulado su pérdida de apoyos- no fue avalada por Duran i Lleida ni asumida entonces por ERC. Ahora, el 'sorpasso' es ya una realidad en todas las encuestas, y los republicanos confían en que, si Mas no asume la declaración unilateral, "la gente puede concentrar el voto y forzar soluciones" alternativas.
Entre tanto, el presidente de la Generalidad ya se ha hecho a la idea de que tendrá que avanzar comicios. Según fuentes recogidas por Ara, los convergentes dudan que Mas deba optar a la reelección sin una lista unitaria. El último escenario planteado para evitar un descalabro mayor en CiU, pues, consiste en votar "entre diciembre y febrero para aprovechar la inercia de un otoño caliente".