El presidente de la Generalidad, Artur Mas, ha procurado este miércoles transmitir una imagen de firmeza con su compromiso de celebrar un referéndum secesionista el próximo 9 de noviembre, tal y como, al margen del Gobierno, acordaron CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP.
Tras las declaraciones sucesivas del presidente del 'Pacto Nacional por el Derecho a Decidir' Joan Rigol, el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, y la última y más controvertida, la de la vicepresidenta autonómica Joana Ortega, instando todos ellos a no incumplir la legalidad el 9 de noviembre, Mas ha subrayado que cualquier decisión "importante" sobre el proyecto independentista debe contar con el apoyo de las otras formaciones que sellaron el pacto, como hoy ha sugerido el propio número dos de CDC, Josep Rull.
Este nuevo giro del Gobierno autonómico llega después de la reacción airada de sus compañeros de viaje ante la posibilidad de posponer la fecha del proyectado referéndum. Ante el riesgo de un mayor desmembramiento y de una mayor pérdida de credibilidad de la federación nacionalista, Mas, por contra, ha indicado que "sólo hay un plan". "El plan es votar, pero obviamente se tiene que hacer bien", ha matizado a renglón seguido.
Culpa a la prensa por la polémica
Mas ha hecho estas declaraciones en la clausura de un acto oficial en Talamanca (Barcelona) en conmemoración del 300 aniversario de la última batalla que ganaron los partidarios del archiduque Carlos de Austria en la Guerra de Sucesión.
Desde allí, el líder del Ejecutivo autonómico ha cargado contra los medios de comunicación, a quienes ha responsabilizado de la polémica que, no obstante, se ha desatado desde el mismo núcleo del proyecto independentista catalán. "Agosto es un mes propicio a los líos y la polémica innecesaria, que acaba en nada", ha ironizado.
"Tenemos que ser conscientes de nuestras fuerzas, que son tres: la mayoría social, el consenso político y hacer las cosas en positivo y pacíficamente", ha insistido entonces el líder de CiU, quien, primero, ha realizado un llamamiento a la participación en el acto que convocan la ANC y Òmnium para el 11S; ha pedido a las otras formaciones que no debiliten el consenso "por un cálculo partidista" porque eso, según él, "debilita también el proceso y el país [por Cataluña]", y por último ha defendido que el Parlamento autonómico "aprobará" la ley de consultas y "de acuerdo con esta norma, la convocaré [la consulta]".