El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural, Josep María Pelegrí (CiU) ha asegurado este miércoles que no existen "discrepancias" en el Gobierno autonómico acerca del presunto aplazamiento de un eventual referéndum secesionista en Cataluña.
"El presidente [de la Generalidad, Artur Mas] es quien ha ordenado esta orientación a la legalidad, y la vicepresidenta [autonómica, Joana Ortega] lo que hace es ejecutar estas instrucciones", ha indicado Pelegrí en una entrevista para Catalunya Ràdio.
De este modo, el número dos de los democristianos ha confirmado el cambio de estrategia que el Ejecutivo autonómico ha imprimido a su proyecto independentista tras el terremoto político provocado por la confesión de fraude fiscal continuado cometido por el ex presidente de la Generalidad Jordi Pujol.
"Única opción, la legalidad"
En efecto, Pelegrí ha señalado que, "como no puede ser de otra manera", comparte el criterio de Ortega, así como el del presidente del 'Pacto Nacional por el Derecho a Decidir', Joan Rigol, quienes han supeditado la eventual celebración de un referéndum independentista al cumplimiento de la ley.
"Ortega ha hecho unas declaraciones, que compartimos todos el Gobierno [autonómico] catalán. Por tanto no hay discrepancias", ha insistido el secretario general de UDC, quien incide en la tesis reciente del ejecutivo que lidera Artur Mas de aplazar el referéndum proyectado si el Tribunal Constitucional (TC) veta la convocatoria.
"El Gobierno [autonómico] catalán tiene una única opinión, que es la legalidad de la consulta", ha reiterado Pelegrí. Ahora bien, al mismo tiempo ha advertido de que "hace falta un consenso entre las fuerzas, cuanto más mejor, incluso del PSC". "Siempre hemos querido hacer las cosas con el máximo consenso posible", ha añadido.
Rull intenta salvar los muebles
En este sentido, el coordinador general de CDC, Josep Rull, ha defendido por su parte, en una entrevista para Europa Press, que la decisión de posponer el proyectado referéndum tiene que responder a una circunstancia "muy excepcional" y ser fruto, en cualquier caso, del consenso entre todas las formaciones que lo suscribieron -CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP-.
De este modo, Rull, número dos de CDC, ha procurado quitar hierro a la evidente tensión que este nuevo planteamiento ha generado en las filas independentistas. Y así, ha asegurado que la consulta secesionista "seguirá viva" aun cuando el TC la impugne o la suspenda.
"Ahora, el objetivo es el 9N y cualquier decisión la tendremos que tomar todos los que hemos pactado la fecha y la pregunta. La fuerza del éxito ha sido la unidad y la mantendremos durante todo este proceso hasta el 9 de noviembre", ha confiado Rull.