Artur Mas apura todas sus opciones para tratar de conseguir un apoyo internacional a su proyecto secesionista que no acaba de llegar. Una de las últimas fichas que estaría moviendo el presidente de la Generalidad es la de Jordi Galí, miembro del Col·lectiu Wilson, el grupo de economistas liderados por el polémico Xavier Sala i Martín que promueve la independencia de Cataluña.
Según revela este domingo Voz Pópuli, Galí podría presentarse como candidato para ocupar el cargo de director de Investigación del Banco Central Europeo (BCE), un puesto que, pese a ser de carácter técnico, le otorgaría una gran influencia, y para el que actualmente hay un proceso de selección en marcha.
El Gobierno, preocupado
El Gobierno ya habría reconocido su preocupación ante esta posibilidad. "Jordi Galí es una autoridad mundial en política monetaria. Si opta al puesto, tienen que dárselo sí o sí por méritos propios. No hay otro con su currículo. Ahora bien, la pregunta que se hacen en el Ejecutivo es para qué se presentaría un académico tan reputado a una posición así. Aunque el sueldo es bueno, semejante movimiento sólo podría esconder una agenda de corte independentista. El Gobierno sospecha que lo haría empujado por la Generalidad", apuntan al digital dirigido por Jesús Cacho fuentes cercanas al Ejecutivo.
Galí, que colabora con el BCE, es director del Centro de Investigación en Economía Internacional (CREI) -que funciona bajo el amparo de la Generalidad-, profesor de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y profesor de la Barcelona Graduate School of Economics. En 2011 recibió el Premio Nacional de Investigación de la Generalidad y ha sido incluido en más de una quiniela como candidato al Premio Nobel de Economía.
Galí destaca la importancia de acceder el BCE en caso de secesión
Galí se ha destacado por asegurar en sus artículos en los medios de comunicación que la independencia de Cataluña "nos podría hacer más ricos porque acabaría con el déficit fiscal". También ha defendido que, en caso de que tras una hipotética secesión Cataluña quedase fuera de la UE, esta podría mantener el euro como moneda oficial como lo usan "Mónaco, San Marino, el Vaticano, Andorra, Montenegro y Kosovo", aunque ha destacado la importancia de poder acceder a los mecanismos de liquidez que proporcina el BCE.
Además, ha advertido de que, tras una supuesta secesión, el resto de España debería aceptar "un escenario de cooperación" y permitir a la Cataluña independendiente acceder al BCE porque "una actitud hostil cerraría la puerta a cualquier negociación de buena fe sobre el reparto de la deuda contraída por el Reino de España".
"Dadas las más que probables consecuencias adversas para España de un escenario de confrontación una vez consumada la decisión del pueblo catalán de construir un Estado propio, la actual ofensiva intimidatoria del Gobierno español no parece gozar de mucha credibilidad, siendo su única explicación la voluntad de doblegar el deseo de la gran mayoría de los catalanes de poder decidir libremente su futuro", ha indicado.
Uno de sus socios en el Co·lectiu Wilson es miembro del CATN
"El Gobierno [autonómico] de Mas necesita a alguien en Fráncfort [en el BCE] desesperadamente", señala una de las fuentes cercanas al Ejecutivo, para evitar una más que segura quiebra en caso de una hipotética secesión. Galí podría ser el hombre ideal para presionar al Consejo de Gobierno del BCE y defender los intereses del movimiento independentista.
Uno de los compañeros de Galí en el Col·lectiu Wilson es Carles Boix, que también es miembro del Consejo Asesor para la Transición Nacional (CATN), el grupo de sabios que asesoran a Mas sobre cómo debe conseguir la secesión de Cataluña. Así las cosas, no parece extraño que el Gobierno haya encendido todas las alarmas.