La CUP promoverá la puesta en marcha de forma inmediata de "un movimiento de resistencia civil organizada" y de "desobediencia" a las leyes y a los tribunales para "imponer" la celebración de un referéndum para la secesión de Cataluña. Así lo ha decidido la Asamblea Nacional que la formación independentista ha celebrado este domingo en Cervera (Lérida).

"Hacemos un emplazamiento público para que se constituya de la forma más urgente posible un movimiento de resistencia civil organizada porque creemos que este país [por Cataluña], probablemente, a lo largo del otoño tendrá que estar más cerca de Gandhi que de Alex Salmond, es decir, la fuerza, las características, la naturaleza, el tono de nuestro contrincante, el Estado español, no permite ningún tipo de diálogo, y por tanto, la fuerza democrática se ha de imponer", ha señalado el dirigente de la CUP Lluís Sales.

Objetivo: la "ruptura con el Estado"

De igual forma, la diputada autonómica Isabel Vallet ha advertido de que "todos estos movimientos de acercamiento de posiciones entre Mas y Rajoy para nosotros son un peligro de que todo este proceso puesto en marcha por la voluntad popular acabe con un pacto entre élites, con un pacto entre burguesías y que, finalmente, todo este proceso acabe en otro nuevo encaje en el Estado español, cosa que no solo no queremos, sino que trabajaremos para que no pase apelando a la desobediencia y a un movimiento de resistencia civil pacífica organizado a favor de ejercer el referéndum el 9 de noviembre".

"Ninguna comida o conversación telefónica entre Mas y Rajoy puede sustituir que finalmente que esta parte del país [en referencia a lo que los nacionalistas denominan Países Catalanes], que es lo principal, pueda decidir de forma democrática el 9 de noviembre cuál es su apuesta de futuro", ha añadido.

Vallet ha alertado del "riesgo de un autonomismo renovado" y ha insistido en la necesidad de evitarlo creando "un movimiento fuerte y desobediente que plantee esta ruptura con el Estado".