Política
El ejército diseñado por la ANC prevé una "guerra de guerrillas"
La ANC explica "cómo hacer frente a una agresión convencional" de "los estados vecinos" tras una supuesta independencia de Cataluña
3 julio, 2014 06:37La Assemblea Nacional Catalana (ANC) se prepara para la guerra contra España en caso de una hipotética secesión de Cataluña. Al menos, eso es lo que se deduce de los documentos publicados por la sectorial de defensa de la entidad presidida por Carme Forcadell, entre los que se encuentran el informe que diseñaba la Fuerza Naval de un supuesto Estado catalán que se conoció el pasado martes.
Las fuerzas armadas que prevé la ANC tendrían por objetivo garantizar "la conservación de la independencia, de la soberanía y de la integridad territorial" de Cataluña, "salvaguardar la vida y la libertad" de sus ciudadanos "en todo el mundo", y "contribuir a la paz y la estabilidad mundiales". Y propone "un servicio militar voluntario" y "un sistema de promociones y ascensos radicalmente meritocrático" dentro del ejército.
Sin embargo, dos aspectos sobresalen especialmente en los análisis de la ANC: la planificación de una respuesta militar frente a la invasión de un Estado vecino, y el establecimiento de servicios de inteligencia y contrainteligencia.
"Cómo hacer frente a una agresión convencional"
El informe Doctrina militar: desarrollo de un modelo propio plantea que el ejército de una supuesta Cataluña independiente debería "tener la capacidad de intervenir -con el conocimiento y colaboración de las autoridades locales o de forma encubierta- en un plazo muy corto de tiempo y en cualquier lugar del mundo para rescatar a los catalanes que puedan haber sido víctimas de un secuestro por motivos ideológicos o económicos, o que tengan que ser evacuados de una zona donde estalle un conflicto o haya un desastre natural".
Pero también prevé "cómo hacer frente a una agresión convencional", y señala que, "dadas las características de Cataluña y la desproporción respecto de los estados vecinos, consideramos inviable la opción de un enfrentamiento simétrico, ya que la escalada armamentística necesaria para alcanzar una dimensión capaz de afrontarlo es poco justificable".
Por este motivo, "ante una guerra de agresión contra Cataluña, llevada a cabo por un Estado de una dimensión desproporcionadamente mayor, creemos que lo más adecuado sería una estrategia de defensa en profundidad", que necesitaría, "además de las unidades de profesionales a tiempo completo", "unidades de reservistas capaces de movilizarse rápidamente en caso de necesidad".
"Guerra de guerrillas" frente a "las fuerzas invasoras"
El documento detalla que "las unidades regulares tendrían la misión de parar tanto tiempo como fuese posible el avance de las fuerzas invasoras, para dar tiempo a las unidades reservistas a movilizarse y dispersarse por los territorios, asumiendo que las grandes ciudades serían difícilmente defendibles".
Y añade que "las unidades de reservistas, con el apoyo de las unidades profesionales supervivientes, emprenderían entonces una guerra de guerrillas (emboscadas, sabotajes, incursiones, golpes de mano) con el objetivo de hostilizar y diezmar al ocupante y hacer insostenible la ocupación a largo plazo".
"Los grandes núcleos de población únicamente se deberían contemplar como puntos donde inmovilizar efectivos y material del enemigo, llevando a cabo operaciones breves que le mantuviesen fijado generándole un desgaste constante", concluye.
Espionaje y contraespionaje
La ANC también pone su atención en la importancia de complementar el ejército convencional con una buena red de espías y contraespías. El informe Estructuras de Estado: los servicios de inteligencia subraya que, "sin ser un elemento activo en la inteligencia, generador de esta y no solo receptor, Cataluña no tendrá el reconocimiento de la comunidad internacional, hecho que nos dejará al margen de determinados ámbitos de decisión; y como catalanes, sabemos muy bien cuál es el precio de no decidir".
En este ámbito, la ANC también recoge el informe Estatuir Cataluña. Las acciones para establecer un nuevo Estado, desarrollado a finales de 2012 por Salvador Cardús, Ramón Folch y Sergi Rovira. El documento destaca la importancia de establecer "una agencia de inteligencia" y de "contrainteligencia" para luchar contra las "amenazas latentes", para lo que propone la creación de "una unidad especializada en españolismo violento".
De hecho, ya hay una sectorial que se dedica a esta cuestión, denominada Inteligencia por la Independencia. En su presentación explican que solo aceptan a personas con un cociente intelectual por encima de 98, cuyas "capacidades pueden "ayudar a encontrar estrategias que faciliten mucho la obtención de la independencia". Y advierten de que "las acciones que diseña y/o lleva a cabo esta sectorial no son las que muy mayoritariamente se hacen", como "conciertos, paradas o manifestaciones", sino que se dedican a implementar acciones "diferentes", esto es, "más estratégicas, discretas y efectivas".