Sociedad Civil Catalana (SCC) es la "quinta columna", es decir, según recoge el diccionario de la RAE, un "grupo organizado que en un país en guerra actúa clandestinamente en favor del enemigo". Esta la conclusión a la que han llegado este martes los tertulianos del programa Els Matins de TV3, la televisión de la Generalidad de Cataluña.
Tal y como se puede comprobar en el vídeo adjunto, durante cerca de diez minutos los cinco invitados encargados de analizar el encuentro del día anterior entre el presidente de la Generalidad, Artur Mas, y representantes de Sociedad Civil Catalana se dedican a mofarse y a vapulear sin piedad y unánimamente a la entidad, en lo que supone un ejemplo más de la flagrante falta de pluralidad de que adolece la televisión autonómica.
Censuran incluso el nombre de la entidad
La escena es tan surrealista que entre los cinco tertulianos (Joan B. Culla, Marta Alòs, Joan Majó, Marta Selva y Antonio Baños) no hay la más mínima discrepancia. De hecho, todos ellos también coinciden en desaprobar el nombre elegido por la entidad para su denominación, una cuestión a la que dedican buena parte del tiempo.
"A la hora de ponerle el nombre, Sociedad Civil Catalana, no sé, toda la gente que fuimos a la Via Catalana [per la Independència] supongo que también somos representantes de la sociedad civil catalana, ¿no?", lamenta la ex dirigente de CDC y ex diputada autonómica Marta Alòs. A lo que Culla responde irónicamente: "No, esos son sociedad militante". Y Baños añade con sorna: "Son burguesía catalana".
Majó también califica de "desafortunado" el nombre elegido por SCC, pero trata de buscar un punto intermedio señalando que "también me ha preocupado alguna vez el nombre de la Assemblea Nacional Catalana". Selva se apresura a cortarle: "Pero es diferente el nombre de una asamblea, donde el número de personas está contado, que la sociedad". Y Culla apostilla: "Es el quererse apropiar de un concepto que, como el de Cataluña, como el de pueblo catalán, es plural".
Antidemocráticos
Alòs continúa cargando contra SCC por estar en contra de la consulta -un punto en el que todos coinciden-: "Pedir a todo un presidente de un país que no haga una consulta cuando en otros países -supongo que esta debe ser gente con una formación, ¿no?- hacen consultas por temas mucho menores, no diría antidemocrático, pero, vaya, que se lo hagan mirar, esta gente, eh, que se lo hagan mirar".
Y Baños eleva el tono de desprecio: "Sociedad Civil Catalana me provoca una inmensa misericordia, es una gente que todavía cree que esta tercera vía esperada, piden audiencia al Rey como si fuesen alguien, y además ahora dicen: 'no, no, esto es una encuesta demoscópica', cuando ha sido un acuerdo de cinco partidos... este intento de menospreciar una cosa que es muy sólida, muy mayoritaria".
Discurso "tóxico" de SCC y alabanzas a Mas
Selva advierte del peligro de que el discurso de SCC pueda "hacer una bola de nieve tóxica", y considera que una buena "forma de contrarrestarlo" es que Mas les haya recibido porque supone una "actitud ejemplar" de "explicitar el no sectarismo" del presidente autonómico.
Baños se añade en la alabanzas a Mas: "La audiencia con el presidente demuestra que no hay ninguna forma de sectarismo en esto". Y continúa con su desdén: "[El presidente de SCC, Josep Ramon Bosch] a mí me provoca una misericordia y ganas de abrazarle y decirle: va, va, tranquilo".
También carga contra el vicepresidente primero de la entidad, Joaquim Coll, por haber señalado que "Cataluña es hoy un país políticamente enfermo". "Pues le veo aquí muy tranquilamente con el líder de la sociedad enferma", señala el periodista con ironía. A lo que Culla apostilla entre risas: "Y no intenta darle ninguna pastilla".
Quintacolumnistas
La tertulia concluye con la intervención final de Alòs, quien señala que SCC "hacen de quinta columna". Una aseveración a la que Selva responde con un "exactamente" y Baños con un "sí". Lo que envalentona a Alòs, que se reafirma: "Cuando vas a intoxicar pues, bien, ellos siguen una estrategia, pero no deja de ser la quinta columna". "Me provocan misericordia, y poca", aporta Baños.
Llegados a ese punto, incluso la presentadora, Lídia Heredia -a la que recientemente el CAC amonestó por permitir los insultos de Miquel Sellarès contra el PP y C's durante otra tertulia- trata de frenar a los contertulios con una tibia apelación al "derecho a discrepar".
A lo que Alòs responde: "Sí, pero desde la verdad, desde la verdad y desde unos hechos históricos y de un principio democrático, porque ¿discrepar es decir no a la consulta? ¿o discrepar es votaré no en la consulta? Eso es el derecho a discrepar, no un derecho que no es democrático que es el decirle a un pueblo: tú no votarás; [Es] la negación de un derecho". Heredia decide, entonces, pasar a otro tema.