El jeque catarí Tamin bin Hamad al Zani ha planteado al Ayuntamiento de Barcelona una inversión de 2.200 millones de euros para adquirir la plaza de toros Monumental de la ciudad condal y reconvertirla en una enorme mezquita con un minarete de 300 metros de altura.
Reivindicada desde hace décadas por la comunidad musulmana de la capital catalana, el emir de Qatar ha puesto precio a la creación de la tercera mezquita más grande del mundo, por detrás de las de La Meca y Medina, según ha informado este martes 20minutos, que apunta que el grupo Balañá, propietario del recinto, ya ha ultimado la venta a la espera del visto bueno del Consistorio.
La negociación ha podido prosperar gracias a la mediación del sirio Mowafak Kanfach, fundador de la Federación Islámica de Cataluña y director de la Casa del Libro Árabe en Barcelona, además de colaborador de la fundación Nous Catalans -afín a CDC-, donde participa como asesor en cuestiones vinculadas con su país natal, según ha recogido El Mundo.
Kanfach: "Los barceloneses tendrían que estar orgullosos"
El proyecto pretende abrir la mezquita a todos los grupos musulmanes y en él se garantiza que no habrá ningún imán de línea integrista. Kanfach ha explicado que "la ley dice que todo el mundo puede rezar en un lugar digno, no en un local comercial", al tiempo que ha lamentado que los oratorios actuales, ubicados en los bajos de viviendas, presentan deficiencias de seguridad y han propiciado conflictos con el vecindario.
De igual modo, ha argumentado que "Barcelona, con una extensa comunidad islámica, es la única gran ciudad de España que no cuenta con una mezquita", y ha asegurado que el minarete de 300 metros que plantea el proyecto no se empleará para llamar a la oración. Por el contrario, ha insistido en que se tratará "de una atracción turística de gran nivel".
Kanfach ha considerado que "los barceloneses tendrían que estar orgullosos de que los musulmanes transformen el dolor de los toros en un centro espiritual". El proyecto prevé la incorporación de un centro de estudios del Al Andalus, una escuela coránica con 300 estudiantes, una sala de conferencias, un museo de arte y de historia islámica y una sala de oración con capacidad para 40.000 personas.
PP: "No es idóneo para una ciudad como Barcelona"
El plazo de construcción estimado de la mezquita es de cinco años y se ha previsto que la encargada de las obras sea la sociedad empresarial formada por KSP Engel, Zimmermann Architekten, Krebs y Kiefer International, aun cuando la estructura del edificio deberá conservarse por estar catalogado como Patrimonio Histórico.
"No necesitábamos algo tan grande, pero coincidió que este espacio estaba libre", ha declarado Kanfach al diario de Unidad Editorial, donde ha explicado que su petición fue atendida por el emir de Qatar después de que las administraciones españoles la hayan desoído durante años.
El siguiente paso es la aceptación de la inversión de 2.200 millones de euros del jeque catarí por parte del Consistorio barcelonés, quien debe otorgar la correspondiente licencia municipal. Con todo, desde el Ayuntamiento que lidera Xavier Trias (CiU) han asegurado no tener conocimiento del proyecto, aun cuando Kanfach ha indicado que emisarios catarís ya les han facilitado un boceto preliminar.
Entretanto, el líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, ha rechazado la "megamezquita" al considerar que "sus promotores defienden principios contrarios a las normas de convivencia". "No es idóneo para una ciudad como Barcelona", ha valorado el dirigente popular, quien se ha mostrado preocupado porque: "Una inversión de este tipo pueda realizarse por parte de personas y países que no es que tengan unos valores que están en nuestras antípodas, sino que entran en colisión con los nuestros".
Por su parte, el fundador de la Federación Islámica de Cataluña ha reclamado que se dejen a un lado los "falsos argumentos" para intentar vincular el Islam con "el eje del mal".