El Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy

El Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy

Política

Medios empresariales y políticos instan a Rajoy a aprovechar "el momento Felipe VI"

Se intensifican las voces que esperan que el nuevo Rey actúe para empujar al Gobierno y al resto de la fuerzas parlamentarias a sentarse con CiU y con el resto de los partidos catalanes para buscar una solución que evite la ruptura.

23 junio, 2014 04:00

Mientras los constitucionalistas, los politólogos y los periodistas se debaten sobre los límites de actuación de Felipe VI y si convendría o no que los sobrepasara discretamente para impulsar una solución al polvorín catalán, una parte importante de la llamada clase política, importantes empresarios y un porcentaje mayoritario de ciudadanos -según diversos sondeos publicados este domingo- esperan que el nuevo Rey actúe para empujar al Gobierno español y al resto de la fuerzas parlamentarias a sentarse con CiU y el resto de los partidos catalanes para buscar una solución que evite la ruptura.

"Es evidente que el monarca no tiene competencias políticas, pero el Rey Juan Carlos demostró que puede influir, inducir e impulsar acuerdos entre las fuerzas políticas", aseguran en círculos de la dirección del PP. Una opinión sobre la que hay casi unanimidad en medios empresariales y entre las fuerzas políticas, aunque hay también sectores políticos moderados, del centro derecha y del centro izquierda, que prefieren a un rey que "no se meta en política".

No obstante, parece que se va extendiendo la idea de ponerle "deberes" a Felipe VI. Unos se escudan en que esa es la forma que le permitirá legitimarse ante los ciudadanos. Pero otros admiten que pedirle eso al Rey "es como agarrarse a un clavo ardiendo". Lo dice, por ejemplo, un destacado y veterano dirigente socialista.

"Un nuevo clima de entendimiento, de esperanza"

En los corrillos del jueves, cuando el monarca juró su cargo ante un ejemplar de la Constitución, se comentaba cómo "con la abdicación de Juan Carlos y la proclamación de su hijo se ha generado un nuevo clima de entendimiento, de esperanza, que el Gobierno tiene la obligación de aprovechar". Pero la carga de la responsabilidad se hacía recaer en el Ejecutivo, que es a quien corresponde resolver los problemas políticos.

Así que, entre los que esperan que el advenimiento de Felipe VI traiga una solución para Cataluña, están los que confían en que el jefe del Estado se implique en la búsqueda de una salida que satisfaga a la mayoría y evite la secesión, pero también los que creen que la llegada del joven Rey ha abierto una espita que puede ayudar a quitar tensión a la situación y favorecer el consenso siempre y cuando el Gobierno aproveche la ocasión.

Afrontar con imaginación la cuestión catalana

De hecho, en medios políticos madrileños también se interpretó como un paso atrás en su impasible inmovilismo la petición realizada este domingo por Artur Mas al Rey para que afronte con imaginación la cuestión catalana. No es que esa petición haya generado
grandes esperanzas, pero contrasta con su actitud fría con el Rey el jueves cuando se abstuvo de aplaudir su discurso de proclamación y aseguró después que "hay nuevo Rey pero el discurso es el mismo".

"Artur Mas tiene últimamente la mala costumbre de valorar las cosas sin haberlas estudiado a fondo. Le pasó lo mismo con la sentencia del Tribunal Constitucional del 26 de marzo", asegura un dirigente socialista, que cree que Felipe VI no debe actuar más allá
de las escasas funciones que le reconoce la Constitución pero piensa que en su discurso hay elementos que indican que el Gobierno podría animarse a mover ficha.

Reforma constitucional con el apoyo de CiU

El todavía secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, lleva meses hablando con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de la necesidad de abordar una reforma de la Constitución que dé una salida a aquellos catalanes tentados por la independencia,
porque no sienten incómodos con el actual estado de las cosas, pero que podrían cambiar de opinión si la situación cambia. Hasta ahora, Rajoy se ha negado a impulsar esa reforma, pero muchos piensan que ahora podría hacerlo al calor del discurso regenerador del Rey.

O lo que es igual, políticos de distintos partidos creen que el presidente del Gobierno puede aprovechar "el momento Felipe VI" y poner al monarca como excusa de las reformas que se podrían abordar. Un fenómeno que podría darse también en Cataluña, si los sectores empresariales que presionan a populares y socialistas para que den una solución política a la tensión independentista logran un caldo de cultivo similar en las filas de CiU, con o sin la participación del president Artur Mas. Básicamente porque a los dos grandes partidos españoles les preocupa abordar una reforma constitucional sin la concurrencia de CiU, porque si los ciudadanos catalanes no refrendaran finalmente ese cambio constitucional el esfuerzo habría sido inútil.