Pese a los enormes recursos destinados a ello, al presidente de la Generalidad, Artur Mas, siguen sin entenderle en el extranjero, o, si le entienden, no parece que le hagan demasiado caso.
Y es que su estrategia para "internacionalizar" su proyecto secesionista -al frente de la cual ha situado a Roger Albinyana y Albert Royo, dos activistas independentistas, de bajo perfil profesional y con nula experiencia diplomática- no deja de acumular un fracaso tras otro. El último de ellos se ha producido este mismo miércoles.
Durante esta semana, el presidente autonómico y el consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell, han realizado una gira por los EEUU -que Mas ha acortado con motivo de la proclamación del Rey Felipe VI-. Con la excusa de asistir a la inauguración de una nueva planta de la multinacional catalana Grifols en Carolina del Norte, ambos dirigentes se han reunido con políticos estadounidenses para explicarles las bondades de su plan independentista.
Tres reveses internacionales en dos días
Uno de ellos ha sido el gobernador de ese estado, Patrick McCrory, en lo que la Generalidad ha calificado de "reunión institucional". Sin embargo, la sorpresa para Mas no ha podido ser mayor -ni más negativa- cuando este miércoles, un día después del encuentro entre ambos mandatarios, McCrory ha lanzado un mensaje a través de su cuenta de Twitter en el que se felicita por la inversión de la empresa "española" y por haber debatido con el presidente autonómico para "fortalecer nuestra alianza con España".
Este revés en el ámbito internacional se suma a otros dos que ha recibido en los últimos días: por una parte, el grupo de los liberales en el Parlamento Europeo ha aceptado la entrada de UPyD y Ciudadanos, lo que supone que el eurodiputado de CDC, Ramon Tremosa, quedará desactivado; y por otra, este miércoles Diplocat fue protagonista de un suceso grotesco, al acusar al Gobierno de presionar a un prestigioso think tank europeo para suspender una conferencia sobre independentismo que iba a pronunciar el presidente del Consejo Asesor para la Transición Nacional (CATN), Carles Viver Pi-Sunyer, una actitud que fue calificada de conspiranoica por parte de la entidad organizadora del acto.