Los grupos del PSC y PP en el Ayuntamiento de Barcelona han reprochado este viernes al alcalde, Xavier Trias (CiU), que detuviera la demolición del edificio okupado de Can Vies, en el barrio de Sants, tras varias noches de violentos altercados.
"Mi obligación era que no se crease un incendio más grande. No negociaremos nunca con la gente violenta, pero sí que lo haremos con la gente que también representa Can Vies". De este modo, el primer edil de la ciudad condal ha justificado en el pleno monográfico de este viernes su capitulación y su oferta de recuperar el diálogo con los okupas.
Ante las críticas de los principales partidos de la oposición en el Consistorio, y después de que los portavoces de Can Vies hayan accedido este miércoles a suspender las obras rehabilitación que habían iniciado por cuenta propia, Trias ha asegurado que TMB, empresa propietaria del inmueble -participada en un 51% por el Ayuntamiento-, se hará cargo de los costes de desescombro y apuntalamiento, aunque no de la reconstrucción del edificio.
"El único coste que debe asumir TMB es el derribo"
El líder del PP de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, ha advertido de que los gastos de esas tareas se destinarán en último término a "la rehabilitación y puesta a punto para que los okupas construyan de nuevo Can Vies". "El único coste que debe asumir TMB es el derribo", ha sentenciado.
El candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni, ha lamentado por su parte que "no es sólo rehabilitar el edificio, sino que además se pague con dinero público, porque TMB no deja de ser una empresa pública". "Si Xavier Trias hace de alcalde, tendrá mi apoyo, pero debe dar una solución que pase por hacer posible la convivencia de los diferentes modelos de gestión en la ciudad de Barcelona como ocurre en otras ciudades de Europa", ha indicado Collboni.
A su vez, ERC e ICV-EUiA han instado al equipo de gobierno a analizar en profundidad el desalojo de Can Vies y las seis noches de disturbios posteriores, puesto que el pleno extraordinario monográfico celebrado este viernes se ha centrado en dos informes técnicos remitidos al Consistorio.
Los técnicos alertan sobre la "inestabilidad del edificio"
El primero de estos informes, obra de los Bomberos de Barcelona en Can Vies, indica que "la inestabilidad del edificio está favorecida por la vibración que se produce con la circulación de trenes" en las vías de metro y ferrocarril de la zona. Señala asimismo que uno de los pilares estructurales del edificio está seriamente dañado y el edifico podría colapsar, además de que hay otros "elementos inestables" que podrían provocar daños a las personas del entorno o el interior de Can Vies.
Por otro lado, el informe de la empresa encargada del derribo asegura que la demolición se halla en un estado "avanzado", y al mismo tiempo alerta del riesgo de que personas ajenas a Can Vies irrumpan en el edificio, puesto que el cierre de la obra es provisional y no hay vigilancia. En este sentido, la empresa asegura que "los riesgos irán en aumento" y desaconseja la paralización de las obras de derribo.
Hasta la fecha, la última palabra del Ayuntamiento en este conflicto ha sido proponer al colectivo okupa de Can Vies la cesión temporal del edificio, hasta su derribo final, durante al menos dos años. Las condiciones del alcalde pasan porque el colectivo presente un proyecto viable de reconstrucción, asuma su coste y tramiten las licencias pertinentes.