Empieza a aclararse la compleja situación sucesoria en el PSC después de la renuncia del primer secretario, Pere Navarro, que dimitirá formalmente este sábado. Del baile de nombres que han sonado en las últimas 24 horas como posibles candidatos a dirigir el partido después del próximo congreso extraordinario -que aun no tiene fecha-, unos cuántos ya se han autodescartado, mientras ganan peso otros.
Por la parte de quienes se han dado prisa en desmarcarse están algunos de los principales alcaldes catalanes del PSC, y el más destacado alcaldable. Se trata de los primeros ediles de Lérida, Àngel Ros; de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, y de Hospitalet de Llobregat, Núria Marín, además del candidato a las próximas municipales en Barcelona, Jaume Collboni.
Entre este cuarteto de autodescartados, además de posicionamientos más hacia el centro o hacia la izquierda, hay una representación en miniatura de las diferentes corrientes del partido en relación al asunto que más lo ha dividido últimamente, el desafío independentista.
Así, Ros es afín a los críticos nacionalistas, aunque nunca ha planteado abiertamente la posibilidad de la ruptura. Collboni, aunque integrado en el aparato de Nicaragua durante la etapa de Navarro, ha disentido moderadamente sobre el castigo a los tres diputados autonómicos díscolos nacionalistas que desobedecieron las consignas del partido en el Parlament en relación a la consulta independentista.
Ballesteros, como demostró su posicionamiento respecto a la posibilidad de ceder el padrón municipal para elaborar el censo de la hipotética consulta, se sitúa claramente en la línea de la dirección saliente, mientras que Marín llevó el año pasado a su grupo municipal a aprobar una moción del PP para no facilitar recursos del ayuntamiento para una consulta ilegal. Unos meses después, no obstante, matizó extraordinariamente su posición, al aprobar otra moción a favor del llamado "derecho a decidir".
Los posibles aspirantes
Mientras estos dirigentes se apartan de la carrera, otros toman posiciones. Los dos nombres que más peso han ganado en las últimas horas son también dos alcaldes: Núria Parlon (Santa Coloma de Gramanet) y Josep Mayoral (Granollers).
Parlon, que se vio catapultada a la alcaldía en 2009, después de que el caso Pretoria forzara la salida de Bartomeu Muñoz, se ha consolidado en estos años como una de las principales caras de la renovación del partido, y también se alinea con la dirección saliente respecto a la hipotética consulta.
Mayoral, con mucha menor proyección pública, es también afín al equipo de Navarro, pero es percibido como más catalanista. Su perfil no es tan estrictamente metropolitano como el de Parlón, algo que podría jugar a su favor o en su contra, dependiendo de si el partido opta por la opción de refugiarse en sus feudos tradicionales o por la de intentar recuperar el voto perdido más allá del antiguo cinturón rojo.
Aunque no suene como candidato, tampoco habría que dejar de lado la opción del primer secretario de la federación de Barcelona, Ferran Pedret, que fue uno de los primeros en reaccionar a la dimisión de Navarro. Apenas una hora después, y a la vez que reconocía los esfuerzos del primer secretario saliente en favor de una reforma federal de la Constitución, ya pedía "conjugar pluralidad, unidad de acción y voluntad mayoritaria", además de remarcar que "la ciudadanía nos ha enviado mensajes durante los últimos años que no siempre hemos sido capaces de comprender".
Otros nombres que se barajan en algunas quinielas incluyen a Miquel Iceta, miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE en representación del PSC y exportavoz del partido en el Parlamento autonómico, e incluso a Joan Ignasi Elena y Montserrat Tura, miembros del sector independentista del partido que ha forzado la dimisión de Navarro.