El ex presidente de la Generalidad Jordi Pujol ha dado por buena este martes la abstención de CiU a la ley de abdicación de Juan Carlos I porque, según ha declarado, "no se puede repetir la actitud de 'cheque en blanco'" al Gobierno que, en su opinión, han mantenido los mandatarios autonómicos con respecto al resto de España.
Pujol ha defendido, en una entrevista para Catalunya Ràdio, que la Generalidad actuó con "candidez" durante la Transición y que, una vez restaurada la democracia en España, los catalanes han sufrido "un engaño de un montón de años".
Según esta tesis del ex líder de CiU, el Gobierno autonómico debe participar ahora en una "segunda transición", aun cuando ha insistido en que, según él, "hoy por hoy la tercera vía no está".
Sin término medio
El ex presidente autonómico ha abundado en su opinión de que "a CiU, ahora, no se le puede exigir aquella actitud de cheque en blanco de la época de la Transición".
Por activa y por pasiva ha reiterado que la llamada "tercera vía" tiene "mala marca" en Cataluña, como consecuencia de la "carga" del "engaño" que, según Pujol, ha perpetrado el conjunto de España hacia esta Comunidad Autonóma.
De modo que la "segunda transición" que propone el fundador de CDC pasa, más bien, por un escenario de ruptura:
"[El Príncipe Felipe] debe saber que el Estado del que será rey está tratando a Cataluña muy injustamente. [...] El Rey y todos, pase lo que pase, hemos contribuido a un cambio muy importante, [pero] este cambio está en crisis".
Dicho lo cual el ex presidente de la Generalidad ha valorado la renuncia planteada por el líder de UDC, Josep Antoni Duran i Lleida, apuntando que, tal vez, el democristiano se sienta "un poco incomprendido y decepcionado", pero ha sentenciado que "no existe" término medio entre independencia y statu quo.