Navarro reclama una reforma constitucional que reconozca "muy claramente que Cataluña es una nación"

El primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha asegurado este martes que la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto supuso "una ruptura emotiva" entre Cataluña y el resto de España, por lo que "ha llegado el momento" de afrontar una profunda reforma constitucional. Una reforma que también debería resolver "temas pendientes" que se dejaron en un "cómodo espacio de ambigüedad" tras la Transición, como el modelo de Estado.

Así lo ha señalado durante una conferencia pronunciada en el Círculo Ecuestre que llevaba por título "La Cataluña del siglo XXI: afrontemos el cambio con valentía".

"La nueva Constitución debe reconocer muy claramente que Cataluña es una nación, que tiene algunas singularidades, y debe reconocer esos derechos históricos. Reconocer estas singularidades, no porque seamos mejores ni peores, sino porque somos diferentes respecto al conjunto de España", ha añadido. Una reivindicación que, sin embargo, no recoge la Declaración de Granada, aprobada por el PSOE en julio de 2013 con el visto bueno del PSC.

La abdicación del Rey, "un gesto de generosidad" que invita a hacer cambios

En relación a la abdicación del Rey, Navarro cree que esta debe interpretase como "un gesto de generosidad", como "un último servicio cargado de simbolismo" que invita a los partidos políticos a iniciar un proceso de cambios para "devolver la legitimidad a las instituciones" sin rehuir ningún tema. Y ha insistido en que sería "un error" considerar que la Constitución es "intocable" solo porque fue "votada y refrendada".

El líder del PSC se ha declarado como "una persona republicana como las raíces del partido", pero ha destacado que Juan Carlos I ha conseguido que la Corona dejara de identificarse con la dictadura para pasar a relacionarse con términos como "democracia y estabilidad".

Por otra parte, Navarro ha señalado que plantear la independencia de Cataluña como solución a la crisis de representatividad de las instituciones es una "solución incierta, extremadamente complicada y con graves consecuencias", y ha lamentado que "cada día más actores" se atrevan a "apuntar" esta opción.