Una de las interpretaciones que ha recibido la abdicación del Rey Juan Carlos I se centra en que este ha dejado paso a su hijo, el príncipe Felipe y próximo Rey Felipe VI, para llevar a cabo una necesaria renovación de la institución monárquica, ante el deterioro de la imagen de esta en los últimos años, fruto de diversas polémicas. Un deterioro cierto, según las encuestas. Pero estas mismas encuestas también revelan que la Monarquía estaba muy lejos de ser un problema para los españoles. Ni siquiera minúsculo.
Según el último Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas, hecho público hoy miércoles, a partir de una encuesta realizada entre los días 1 y 11 de mayo, solo un ínfimo 0,2% de los encuestados consideraba que la Monarquía fuera uno de los principales problemas actuales en España.
La encuesta, en concreto, preguntaba sucesivamente por los tres principales problemas actuales del país a juicio de los encuestados. Redondeando al primer decimal, un aparentemente nulo 0,0% situaba la Monarquía como el primer o segundo gran problema de España, y solo un igualmente despreciable 0,1% la situaba como tercer problema. En la suma total, apenas un 0,2% consideraba a la institución monárquica como problema.
Aun siendo un porcentaje prácticamente nulo, aun se reduce más si se pregunta a los encuestados por los problemas de España que más les afectan personalmente. En este caso, se repite el 0,0% de encuestados que consideran que es su principal problema o el segundo de ellos, mientras que nadie -ningún encuestado- sitúa a la Monarquía como su tercer problema. La suma total, decimales ocultos incluidos, 0,1%.
Pero la imagen se deteriora
No obstante estos datos, la popularidad de la institución monárquica ha caído notablemente en los últimos años. Según el propio CIS, que pregunta una vez al año por la valoración que dan los ciudadanos a las diferentes instituciones, la imagen de la Monarquía se fue deteriorando paulatinamente desde que arranca la serie, en 1993, cuando era una de las instituciones mejor valoradas, con una nota de 7,46 sobre 10, hasta abril de este año, con un claro suspenso: 3,72.
La curva descendente, además, se acelera en un momento muy concreto: 2011, el año en que arranca la investigación del caso Nóos, por el que está imputado el esposo de la Infanta Cristina y yerno del Rey, Iñaki Urdangarín. El año anterior, en noviembre de 2010, la Monarquía aun se mantenía en el aprobado, con un justito 5,36. En 2011 ya suspendió por primera vez, con 4,89, y desde entonces aun ha perdido más de un punto adicional de valoración.