Los trabajadores de la empresa de derribos han retirado a primera hora de este martes la excavadora que trabajaba en el derrumbe del centro okupa de Can Vies y que los violentos quemaron durante la segunda noche de disturbios en el barrio de Sants de Barcelona.
Después de que el Ayuntamiento se ofreciera a dialogar con el colectivo antisistema que ocupaba el edificio y que ha protagonizado una semana de altercados en la capital catalana, el alcalde Xavier Trias ha decidido suspender el desalojo y confiar la negociación a intermediarios como la Síndica de Barcelona, el Síndic de Greuges y el centro social de Sants.
De hecho, el primer teniente de alcalde y responsable de Seguridad, Joaquim Forn, ha mostrado su predisposición a "negociarlo todo", incluso, según ha avanzado este lunes, no descarta mantener en pie el edificio, a condición de que no se produzcan más brotes de violencia.
En la reunión de este lunes, los grupos municipales representados en el Consistorio de Barcelona han acordado la convocatoria de un pleno extraordinario antes del 27 de junio para abordar esta cuestión, si bien la oposición ha criticado la "inconcreción" del plan de Trias.
Pese a la capitulación del Ayuntamiento, desde Can Vies han anunciado que no pondrán freno a su pretensión de rehabilitar el edificio, al margen de la dirección que tomen a partir de ahora las negociaciones entre 'okupas' y responsables políticos.