La decisión del alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CDC) de paralizar el derribo de la finca okupada can Trias, en el barrio de Sants de Barcelona, para favorecer una negociación -que los okupas rechazan-, ha recibido numerosas críticas. Desde otros partido, pero también desde el propio entorno convergente.
Por parte del PP, su líder municipal, Alberto Fernández Díaz, ha pedido más "firmeza" a Trias. Y ha ironizado que esta firmeza sólo ha durado 24 horas, el tiempo que, según ha lamentado, ha tardado el alcalde en aceptar paralizar el derribo, como exigían los okupas.
Fernández Díaz ha condenado la violencia urbana de estos días, y ha expresado su apoyo para que el Ayuntamiento de Barcelona se presente como acusación particular contra los radicales y violentos.
Diálogo con vecinos y no violentos
También ha recalcado que se muestra favorable al diálogo con vecinos y entidades que no hayan practicado la violencia, ni apoyen a los radicales. "Es necesario encontrar una solución pensando en todos aquellos vecinos y comerciantes que han sufrido durante estos días los altercados de los violentos, especialmente en Sants".
Más agresiva ha sido la crítica de la periodista Pilar Rahola, que ha publicado un tuit demoledor con Trias: "Es una pésima noticia que @xaviertrias se haga caquita ante los violentos y recule. Está abriendo la puerta a la violencia como método", ha publicado en esta red social.