Política

"El tripartito fue un desastre pero ERC logró su principal objetivo: embarcar a socialistas y convergentes en la aprobación del nuevo Estatuto. De esta manera, sabiendo que la frustración estatutaria generaría victimismo, preparaba el futuro salto hacia la independencia"

28 mayo, 2014 06:18

Francesc de Carreras, profesor de Derecho constitucional y miembro del Consejo Editorial de CRÓNICA GLOBAL, en un artículo publicado este martes en El País:

"[...] Fue a mitad de los noventa que, tras desembarazarse de Àngel Colom y Pilar Rahola, los nuevos dirigentes [de ERC] Carod-Rovira y Puigcercós empezaron a darle personalidad propia. El pujolismo estaba en su ocaso -o esta era la sensación general- y ERC empezó a tantear un acuerdo con los socialistas: formó con ellos grupo parlamentario en el Senado y ambos colaboraron en un proyecto de reforma del Estatuto. En el año 2003, ERC clavó una puñalada por la espalda a Artur Mas al apoyar a Pasqual Maragall para presidente de la Generalidad y constituir el gobierno tripartito. Ahí Esquerra pasó a ser mayor de edad.

El tripartito fue un desastre pero ERC logró su principal objetivo: embarcar a socialistas y convergentes en la aprobación del nuevo Estatuto. De esta manera, sabiendo que la frustración estatutaria generaría victimismo, preparaba el futuro salto hacia la independencia.

Se acabó el tripartito, volvió CiU a la presidencia de la Generalidad y ERC pasó a ser un socio cada vez más indispensable. Hasta que el error fatal de Mas al convocar elecciones en noviembre de 2012 devolvió a ERC el protagonismo perdido. Ahora podía exigir y apostó fuerte: un referéndum de independencia. Artur Mas obedeció mansamente y en las primeras elecciones, las del pasado domingo, ERC da el sorpasso y se convierte en el primer partido de Cataluña. En 15 años, de la insignificancia al primer plano.

Ciertamente, son unas elecciones europeas y todas las cautelas son pocas al calibrar resultados. Además, ERC es un partido imprevisible. Pero es, sin duda, el ganador: se alía con el PSC y le hace entrar en una profunda crisis, ahora con CiU y lleva el mismo camino. ¿Dónde está su techo? El tiempo lo dirá. Pero no hay duda de que desde hace 15 años su influencia ha sido decisiva: entonces era el único partido que apostaba por la independencia. ¡Felicidades!".