El desencuentro entre CiU y ERC, motivado por las dudas de los primeros ante el posible sorpasso que vaticinan las encuestas a favor de los segundos, se hace cada vez más evidente a medida que se acerca el día de las elecciones al Parlamento Europeo.
De nuevo, el líder de UDC, Josep Antoni Duran i Lleida, ha cargado, en su carta-web a la militancia, contra la formación que lidera Oriol Junqueras, a la que considera ubicada en "los extremos", y por ello, en su opinión, peor posicionada para acometer negociaciones internacionales.
De igual modo, ha acusado a ERC de hacer mucho ruido pero de quedar todo "en agua de borrajas" si finalmente obtuvieran estos mayor representación entre los partidarios del "derecho a decidir". "Serían mucho más llamativos, pero Cataluña mucho más débil", ha espetado. Y no ha acabado ahí su diatriba:
"Este país tiene memoria y recuerda una campaña de no hace tanto tiempo en la que dijeron lo que dijeron y después votaron a José Montilla en vez de al ganador nacionalista, es decir, al presidente [autonómico] Mas".
Finalmente, el democristiano ha esgrimido que "la fragmentación del voto nacionalista debilita al Gobierno [autonómico]", y se ha apoyado en el papel de los convergentes al frente de la Generalidad para asegurar, en una singular reminiscencia de lo que los nacionalistas califican de "discurso del miedo" que "menos fuerza electoral para quien gobierna equivale a menos capacidad de negociación".
"Sin ERC, Mas ya estaría arrinconado"
La respuesta de los independentistas no se ha hecho esperar, y este mismo viernes el candidato de ERC a las elecciones europeas, Josep Maria Terricabras, ha replicado que "ERC es fundamental". "Sin ERC, el presidente [autonómico] de Cataluña ya estaría arrinconado", ha afirmado.
De igual modo, el profesor de la Universidad de Gerona ha incidido en el hecho de que "ERC lleva la independencia en su 'ADN'", mientras que, según ha explicado, por lo menos en público CiU "no usaba" esa palabra hasta hace bien poco.
En esta línea, Terricabras ha afeado a Duran que critique el "pasado" del tripartito para devaluar las aspiraciones de ERC, puesto que, según ha indicado, "los republicanos podrían hacer críticas enormes a CiU, ya que ha gobernado muchos más años".
En un último intento por aparentar cierta unidad en el proyecto de ruptura con el resto de España, el candidato independentista ha proclamado que "somos buenos socios, juntamente con ICV-EUiA y la CUP", y ha advertido en cualquier caso de que deben mantener la sintonía de cara a la eventual convocatoria de un referéndum separatista el 9 de noviembre.