Las Cortes Valencianas rechazan las "injerencias" de los "talibanes" secesionistas y su concepto de "Países Catalanes"

El Pleno de las Cortes Valencianas ha aprobado este miércoles, con los 47 votos de los diputados del PP a favor y 39 en contra de la oposición, una proposición no de ley por la que este Parlamento autonómico declara su "rechazo más absoluto" a la denominación de "Países Catalanes" y a la presunta "autodeterminación" de cualquier Comunidad Autónoma.

El síndico popular, Jorge Bellver, ha avalado una iniciativa que solicita a la Cámara autonómica valenciana su "apoyo y afección" a la Constitución Española y su rechazo a las "injerencias" de la Generalidad de Cataluña, toda vez que dirigentes independentistas catalanes han apelado a la idea de "Países Catalanes" para plantear un escenario hipotético en el que Islas Baleares, Rosellón francés y Comunidad Valenciana puedan ser anexionadas a un eventual Estado catalán independiente.

"Los Países Catalanes ni han existido, ni existen, ni existirán", ha enfatizado Bellver, quien ha asegurado que los populares valencianos están "totalmente orgullosos" de su "tierra", "autonomía", "lengua" y sus "señas de identidad". Por ello, ha procurado poner en claro que se trata de una medida con la que el PP de Valencia se reafirma "en contra de cualquier aventura independentista y del sucursalismo vergonzoso que algunos pretenden de la Comunidad Valenciana con respecto a Cataluña".

"Cataluña retrocede hacia una alineamiento propio de talibanes"

De igual modo, la iniciativa popular, según ha explicado Bellver, supone rechazar "frontalmente los nacionalismos rupturistas y radicales" y en ellos se inscribe "la consulta independentista de Cataluña", "por inconstitucional y, por tanto, ilegal", ha remachado. "Cataluña está retrocediendo hacia un alineamiento anacrónico, propio de talibanes", ha apostillado Bellver.

En cuanto al constructo ideológico "Países Catalanes", el síndico popular ha criticado que "el pancatalanismo lleva muchos años intentando apropiarse de cosas que no son suyas". "No será la primera vez que los ladrones, estos sí de saqueo, intentan entrar por Vinarós porque saben que aquí hay algunos, afortunadamente pocos, dispuestos a abrirles la puerta", ha denunciado.

El mandatario popular, visiblemente indignado, ha proseguido su defensa de la proposición no de ley presentada por su partido lamentando que "la Comunidad [Valenciana] puede acabar salpicada por los vómitos del nacionalismo, por culpa de las pesadillas de algunos". Por ello, ha afirmado que, desde el PP, "nos rebelamos ante toda iniciativa para contagiar las ínfulas independentistas a la sociedad valenciana". 

A vueltas con "la lengua", "la cultura" y las "señas de identidad"

La medida y defensa del PP de rechazo al "pancatalanismo más radical" ha topado con el descrédito de Compromís y EUPV, este último especialmente crítico al considerar que "la estrategia del PP trata de ocultar su falta de capacidad política para solucionar los problemas reales de los valencianos".

Según EUPV, los populares quieren "dividir" a los valencianos "con polémicas estériles y artificiales sobre nuestros símbolos de identidad y confrontarnos con otros pueblos con los que compartimos historia, lengua y cultura", a lo que la diputada socialista Ana María Besalduch ha respondido que los dirigentes de su partido, PSPV, son valencianos y representan a los ciudadanos "de Valencia, Alicante y Castellón", cuyo idioma es "el valenciano".

Besalduch ha afeado al PP de Valencia, en cualquier caso, que no se dedique "a resolver ningún problema de los valencianos, el principal de los cuales es el paro", y ha criticado el cierre de Radio Televisión Valenciana (RTVV) porque, según ella, era "la herramienta de difusión de nuestra lengua, cultura y señas de identidad".

Por su parte, la portavoz adjunta de Compromís Mónica Oltra ha estimado que el PP "viene aquí a hablar de derechos históricos, ante la situación de parálisis política, ante la situación que tienen en su bancada y de no tener respuestas", y le ha espetado a Bellver que su intervención ha estado "entre la reivindicación de la ignorancia y el ridículo".