El primero de los seis casinos previsto en el proyecto BCN World pretende ocupar 35.000 metros cuadrados -cuatro veces la superficie del casino de Barcelona- que den cobijo no sólo a hoteles, comercios y establecimientos destinados al juego, sino hasta un máximo de 5.000 viviendas en una macrourbanización de residencias turísticas.
Este dato, que según informa el diario El País ha salido a la luz pública antes de que el regulador de Hong Kong tuviera conocimiento de ello, obligará a la Generalidad a adaptar el Plan Director Urbanístico para satisfacer las demandas de los operadores, tras haberse comprometido, con el apoyo del PSC, a rebajar los impuestos para este tipo de actividades del 55% al 10%.
Melco Internacional ha sido la escogida por Veremonte para operar en el primero de los casinos, y ahora deberá hacerse con una de las licencias que sacará a concurso el Gobierno autonómico tras haber modificado la Ley de Centros Recreativos y Turísticos para adaptarla a los intereses del grupo que lidera el promotor inmobiliario Enrique Bañuelos.
El papel de Melco
El documento que Melco ha puesto en circulación, pues, aborda datos hasta ahora desconocidos del proyecto. De igual modo, la compañía ha asegurado que Veremonte no podrá negociar con ningún otro grupo para gestionar el primer casino, puesto que el acuerdo entre ambos tendrá una vigencia de diez años ampliable a otros diez.
El grupo asiático ha descartado, asimismo, suscribir un acuerdo de "menos del 10% del capital" de la primera fase de BCN World, que incorpora a otros grupos como Meliá, Value Retail, Hard Rock y PortAventura.
Gracias a la entrada de Melco el macrocomplejo BCN World arroja algo de transparencia a un proyecto que el Gobierno autonómico ha tratado con cautela, y sobre el que el propio grupo asiático, Melco Internacional, se había abstenido de aparecer públicamente vinculado hasta ahora.