El Partit Carlí de Catalunya (PCdeC) ha elaborado un manifiesto en el que se defiende la "responsabilidad y compromiso" de la formación con el "pueblo catalán" y su respaldo a "la convocatoria de la consulta por el derecho a decidir".
El carlismo catalán subraya en su comunicado que "siempre se ha caracterizado por su defensa de los derechos de los pueblos, de su cultura y de su lengua". Su planteamiento en torno al derecho a la autodeterminación, que consideran aplicable en el caso catalán, se presume ahora "original y posible".
"Nos hemos situado dentro del momento actual de Cataluña con el fin de dar respuestas y soluciones para hoy para el futuro", anuncian desde un colectivo que de igual modo se declara "la organización política más antigua de Europa junto con otros partidos carlistas de las Españas".
"Un derecho irrenunciable y natural"
Fundamentan su postura en su "propia historia" y en "los progresos que el Partit Carlí ha efectuado a lo largo de los años dando una interpretación democrática, plural y progresista" de la política "y expresando siempre un gran respeto por el derecho de las personas y de los pueblos".
Explican asimismo que su formación se integra en el Partido Carlista, "que confedera los diferentes partidos carlistas de las naciones [sic] que forman el actual marco político del Estado español". Al mismo tiempo, reafirman "la parte transcendental de la historia de Cataluña con el Partit Carlí".
Por todo lo anterior, asumen que el "derecho a decidir" al que apelan los independentistas catalanes es "un derecho irrenunciable y natural" que ha de servir para que "los catalanes podamos elegir de un modo libre y democrático nuestro futuro".
"Continuidad histórica"
El comunicado de esta formación razona la existencia de "un hilo de oro" que mantiene unidos el carlismo "con otras afirmaciones de la personalidad y la nación catalana".
Invoca para ello la adhesión del catalanismo a Carlos II y a la "causa austracista" contra Felipe V, así como la voluntad de Carles VII de restituir los fueros de Cataluña en el marco de la tercera guerra carlista, "instantes eternos", dice, "que tendrían una digna repetición y reiteración en las juras de los fueros de Cataluña en el Monasterio de Montserrat", en 1951.
En la misma línea, interpretan la proclamación de la "República Catalana dentro de la Federación Ibérica" por parte de Francesc Macià como "una digna continuación" entre ambas doctrinas, que habría tenido en la dictadura franquista y en la Constitución española de 1978 -"un pedazo de papel", reza el comunicado- sendos obstáculos para la "superposición" y "refundación de España, ideal del catalanismo clásico".
"Carlismo y derecho a decidir"
Desde el Partit Carlí de Catalunya celebran haber tomado parte en su día en la manifestación de Barcelona contra la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010 sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña que emanó del Parlamento autonómico en 2006; una sentencia que, estiman, "había atentado contra la integridad del Proyecto de Estatuto de Cataluña".
El carlismo catalán considera, a la postre, que si Cataluña permanece "dentro del actual ordenamiento del Estado español" quedará atrapada en un "callejón sin salida", como consecuencia de "treinta y cinco años de vigencia de la actual Constitución, el intento fallido de una reforma estatutaria y una ofensiva política, mediática, judicial y fiscal de expolio y recentralización":
"La continuidad en esta situación nos conduce al ahogo y a la decadencia como pueblo y más cuando la correlación de fuerzas nos es desfavorable como colectividad, cuando la mayoría preestablecida se halla institucionalizada en el Congreso de los Diputados y en el Senado".
¿Qué opciones quedan, entonces, para Cataluña, según la formación carlista? "Agotadas las vías pactistas", resuelven "el retorno a su soberanía histórica originaria, aquella con la que se confederó dentro de la Corona de Aragón y con la que se integró a la monarquía hispánica después".
¿Y qué proponen para lograrlo?
"Por el derecho que nos corresponde como nación, aún más, por el nunca decaído derecho de resistencia y de insurrección, ha llegado el momento de decidir mediante una acción colectiva y democrática la constitución de Cataluña como Estado. Este estado, además, debe declararse independiente para poder abrir su vía dentro de Europa, en el concierto de los pueblos del mundo".