El presidente del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, ha comunicado este lunes a los concejales del PSC que renuncia a su acta de concejal y abandona el Consistorio.
Como consecuencia del resultado de las elecciones primarias celebradas por esta formación el 29 de marzo, que supusieron, ya en su primera vuelta, un severo correctivo para las aspiraciones del actual líder municipal del PSC, el nacionalista Martí deja el grupo ante el evidente desencuentro entre sus postulados y el resto del partido.
Martí había planteado las primarias como una suerte de enmienda a la totalidad del PSC. Partidario de endurecer la crítica a la actual dirección y defender el "derecho a decidir" en el seno del PSC, el candidato había contado con el apoyo del sector crítico, de varios ex consejeros nacionalistas -entre ellos el ex presidente Pasqual Maragall- y hasta de algunos foros independentistas.
El amargo sabor de la derrota
Sin embargo, Martí quedó en tercer lugar, por detrás del candidato oficialista Jaume Collboni -quien a la postre se erigiría en el vencedor de las primarias- y de Carmen Andrés.
Tampoco su derrota estuvo exenta de polémica, en tanto el ya ex presidente del grupo municipal impugnó el resultado al día siguiente por presuntas "prácticas irregulares" en varios puntos electorales clave, como Ciutat Vella, donde, según él, se favoreció el voto de los inmigrantes a Collboni.
La autoridad electoral desestimó sus alegaciones, y finalmente, en segunda vuelta, el propio Collboni se ha alzado con la victoria. Este lunes, finalmente, Martí da por finalizada su aventura nacionalista al frente del PSC de Barcelona.