El cardenal-arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha oficiado este lunes la misa en memoria del ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez en la que ha puesto de relieve el valor político y social de la "concordia" que "fue posible con él" para "superar" las circunstancias que provocaron la Guerra Civil, un valor que debe serlo "también ahora" puesto que, según ha dejado dicho, "los hechos y las actitudes que la causaron [...] la pueden causar" de nuevo.
El funeral de Estado en honor a Suárez, presidido por los Reyes y los Príncipes de Asturias, ha tenido, en la homilía de Rouco Varela, un señalado componente político de acuerdo con la figura del fallecido y con el conflicto institucional que ha propiciado en los últimos años el auge del independentismo catalán.
Y así, el cardenal-arzobispo de Madrid ha pedido una oración por Suárez "y, ¿cómo no?, también por España". Separados apenas por un banco en la catedral de La Almudena, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y del presidente autonómico catalán, Artur Mas, hubieron de escuchar una misa con mensajes del tipo: "La concordia fue posible con [Suárez]. ¿Por qué no ha de serlo también ahora y siempre en la vida de los españoles, de sus familias y de sus comunidades históricas".
"Rectitud y fortaleza ejemplares"
"[Suárez] buscó y practicó tenaz y generosamente la reconciliación en los ámbitos más delicados de la vida política y social de aquella España que, con sus jóvenes, quería superar para siempre la Guerra Civil: los hechos y las actitudes que la causaron y que la pueden causar", ha seguido advirtiendo Rouco Varela.
El ex presidente de la Conferencia Episcopal Española ha subrayado asimismo la "vida al servicio de España" del difunto Adolfo Suárez, que ha concretado en su "rectitud y fortaleza ejemplares en uno de los momentos más cruciales y delicados de su historia".
Entre los asistentes a la solemne ceremonia se han destacado, juntos por segunda vez en una semana, los tres últimos ex presidentes, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. En cambio, no han acudido a la cita ni la infanta Elena -que ha acompañado a su ex marido, Jaime de Marichalar, a la misa por su madre- ni los duques de Palma, quienes desde la imputación de Iñaki Urdangarin en diciembre de 2011 están apartados de la agenda oficial de la Familia Real.
Un millar de asistentes
Del Gobierno han acudido todos sus miembros salvo el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, en Atenas por una reunión de ministros de finanzas de la UE; el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba; todos los presidentes de las CCAA; los portavoces parlamentarios y presidentes del Congreso, Senado, Tribunal Constitucional y Tribunal Supremo.
Ante el presidente del Gobierno y de las autoridades españoles se ubicaron los mandatarios, embajadores y representantes del centenar de países extranjeros que han asistido a la ceremonia. Por el Reino Unido, su viceprimer ministro, Nick Clegg; por EEUU, el secretaria de la NAVY, Ray Mabus; por Marruecos, el primer ministro, Abdelilah Benkiran; por Argentina, su vicepresidente Amado Boudou. También han asistido el expresidente de Colombia Álvaro Uribe; el vicecanciller cubano Abelardo Moreno; el viceprimer ministro portugués, Paulo Portas y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, acompañado por el vicepresidente, Joaquín Almunia, entre otros. El único jefe de Estado que ha asistido al funeral ha sido el presidente de Guinea ecuatorial, Teodoro Obiang.
El funeral de Estado empezó a las 19:00 horas con los acordes del himno nacional, que volvió a sonar al término de la ceremonia. Entre el millar de asistentes que han dado su último adiós a Suárez -fallecido el pasado 23 de marzo a los 81 años de edad tras una larga enfermedad neurodegenerativa- se encontraban varios ex ministros de la UCD, los "padres" de la Constitución y los presidentes del Congreso y del Senado actuales y todos los que ocuparon ambas cámaras desde la restauración de la democracia.