Un estudio realizado por el proyecto Europa Liberal sobre las consecuencias de una hipotética independencia de Cataluña advierte de que, en el peor de los casos, esta podría suponer la salida de España de la UE, la deslocalización de numerosas empresas de Cataluña y de toda España, una caída del 30% del PIB de Cataluña y del 10% de España, e incluso la aparición de un conflicto armado con atentados terroristas y actos de sabotaje.
Basado en el método matemático de la lógica borrosa o difusa, el informe, realizado por el economista Richard Onsés y el arquitecto especializado en gestión empresarial y comunicación corporativa Francisco Llamas, se ha eleborado a partir de un cuestionario respondido presencialmente por 52 personalidades de distintos ámbitos e ideologías (empresarios, políticos de diferentes partidos, representantes de cámaras de comercio extranjeras en Barcelona, militares, etc.).
Muchos de los consultados se mantienen en el anonimato, si bien, entre los que sí se citan figuran el ex presidente de la Generalidad José Montilla, el ex Gran Maestro de la Gran Logia de España José Carretero, o el ex presidente de Banesto Mario Conde. Las conclusiones son el resultado de aplicar la lógica difusa a las respuestas de todo ellos, en muchos casos divergentes entre sí.
Analiza cómo afectaría la secesión a 367 multinacionales
Lo más novedoso del estudio, que está dirigido a las empresas -con el objetivo de que estas puedan medir contablemente los riesgos de la actual situación política en relación al reto secesionista- y cuyo resumen está disponible en abierto, es que establece cinco tablas de riesgo correspondientes a cinco ámbitos: el político, el financiero y económico, el militar, el comercial e industrial, y el de recursos humanos y logística. Cada uno de ellos presenta nueve niveles alternativos.
Así, por ejemplo, en la tabla de riesgo político, las posibles consecuencias de la actual situación podrían desembocar en un escenario que va desde el estatus quo actual hasta una salida de España de la UE, pasando por la realización del referéndum, la declaración de la secesión, la suspensión de la autonomía o la intervención militar. Otras de las consecuencias previstas serían un posible "corralito" financiero en Cataluña, una devaluación de entre un 30% y un 50% de una nueva moneda catalana, la declaración del Estado de sitio, o un éxodo de familias catalanas al resto de España por la falta de trabajo y la caída de las pensiones.
El informe -que rechaza las tesis nacionalistas del supuesto "expolio fiscal"- analiza cómo afectaría la secesión a 367 empresas multinacionales catalanas y del resto de España (que suman el 60% del PIB español y el 50% del PIB catalán) y que tienen capital proveniente de 18 países de todo el mundo.
Los autores concluyen que las consecuencias negativas del proyecto independentista promovido por el presidente de la Generalidad, Artur Mas, ya se estan produciendo, y destacan que se trata de un estudio dinámico que exige revisiones periódicas en función de la evolución de la situación.