La crisis de Crimea se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para el nacionalismo catalán. Cuando este afronta la recta final de cara a la mitificada fecha del 9 de noviembre, tratando de encontrar argumentos con los que conseguir apoyos internacionales al referéndum, la consulta de Crimea ha supuesto un misil en la línea de flotación del proyecto secesionista promovido por Artur Mas.
Sin duda, la situación de Crimea no es la misma que la de Cataluña. La región ucraniana vive inmersa en el caos y la violencia, y ha sido invadida por tropas de un país extranjero, Rusia.
Sin embargo, ese no es el principal argumento al que apelan los gobiernos de las potencias mundiales ni las organizaciones internacionales para rechazar el referéndum secesionista previsto para este domingo. Los EEUU, la OTAN, el Consejo Europeo, los ministros de Exteriores de la UE, e incluso el Parlamento Europeo ya han dejado claro que la consulta independentista de Crimea -y, más aún, una hipotética secesión- es ilegal porque vulnera la Constitución de Ucrania y el derecho internacional.
La Generalitat, descolocada
Ante esta circunstancia, la Generalitat ha quedado descolocada. ¿A quién apoyar? ¿A los invasores rusos, que defienden el "derecho a decidir" del pueblo de Crimea por encima de cualquier marco legal -como propugna la Generalitat para el caso de Cataluña-? ¿O a la comunidad internacional occidental, que apela a la Constitución de Ucrania para rechazar la consulta en Crimea -como argumentan el Gobierno y las Cortes Generales para el caso de Cataluña-?
Esta incomodidad pudo comprobarse el pasado martes, durante la rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo de la Generalitat, en la que el portavoz autonómico, Francesc Homs -el mismo que hasta hace unas semanas comparaba Cataluña con Ucrania-, se posicionó en contra del referéndum de Crimea apelando a que allí se da una situación especial de violencia y de "injerencia de un tercer Estado", obviando que ese no es el argumento principal que esgrime la comunidad internacional, sino que esta subraya que la consulta contradice lo establecido por la Constitución de Ucrania y por el derecho internacional.
Rusia y los secesionistas crimeos equiparan su caso a Cataluña
Así las cosas, cada equiparación entre ambos casos, especialmente en sus aspectos jurídicos, supone un nuevo martillazo al "proceso" puesto en marcha por Mas.
"[El referéndum de Crimea] es la misma situación que veremos en Escocia y después en Cataluña. Por tanto, Crimea es la primera y estaremos encantados de compartir nuestras experiencias con ellos", ha declarado el nuevo ministro de Información de Crimea a la televisión ITV, en un reportaje que destaca que la propaganda pro rusa subraya que "permanecer en Ucrania sería como vivir bajo los nazis".
De igual forma, el embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, apeló este jueves a Cataluña para defender la legalidad y la legitimidad de la consulta secesionista de Crimea.
"El referéndum no es una nueva institución. Ha habido o habrá referéndums en Puerto Rico, Gibraltar, las Islas Malvinas, Cataluña y Escocia. Los contextos legales y e históricos, así como los resultados de las votaciones, son diferentes. Pero la esencia es la misma: la población de esas entidades han tenido o tendrán la oportunidad de expresar su opinión. ¿Por qué el pueblo de Crimea debería ser una excepción?", defendió ante el Consejo de Seguridad de la ONU.