El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes, por decreto ley, el nuevo plan hidrológico para la cuenca del Ebro. Un proyecto que ha sido polémico desde sus inicios, que se remontan a la época de Aznar, cuando el Ejecutivo aprobó un plan muy similar que despertó una fortísima oposición en Cataluña, especialmente en las Tierras del Ebro, y que no se llegó a sacar adelante, porque el Gobierno Zapatero lo canceló fulminantemente.
El proyecto aprobado hoy pretende, según el Gobierno -que ha evitado la palabra trasvase- "atender las demandas de agua, respetando el equilibrio y la armonización del desarrollo regional y sectorial".
La gran polémica alrededor del plan hidrológico -en época de Aznar, y desde que el gabinete Rajoy lo resucitó, hace ahora dos años- siempre ha sido el caudal mínimo garantizado, o caudal "ecológico", y que se ha fijado "por encima de los 3.000 hectómetros cúbicos anuales".
Los críticos con el plan consideran que esta cifra es insuficiente para garantizar la supervivencia del Delta del Ebro, y vaticinan perjuicios para el ecosistema local, así como para la pesca en la desembocadura del río.
La Generalitat se alinea con estas críticas, y el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, ha reiterado ya su oposición al plan. Vila ha considerado "lesivo" para el delta este caudal mínimo garantizado de 3.000 hectómetros cúbicos, y ha recordado que la Generalitat exigía 7.000.
Cambio de criterio de CiU en 12 años
Se da el caso, no obstante, que el criterio de los gobiernos de CiU ha cambiado sustancialmente en una década. Si ahora la Generalitat considera completamente insuficientes 3.000 hectómetros cúbicos, y pide más del doble, en cambio CiU apoyó un caudal similar (3.156 hectómetros cúbicos) para el Ebro hace 12 años, cuando el Gobierno de Aznar pretendió sacar adelante el después abortado Pla Hidrológico Nacional (PHN).
Este cambio de criterio se podría explicar por las diferentes circunstancias políticas de 2001, con buena sintonía entre PP y CiU, y ahora, cuando el enfrentamiento es abierto debido al proyecto independentista de Artur Mas.
Pero tampoco hay que olvidar que ahora CiU gobierna en Cataluña con el apoyo externo de ERC, formación que siempre se ha opuesto frontalmente al plan hidrológico, y que se significó especialmente con sus acciones de protesta al PHN en las Tierras del Ebro.