El pasado 4 de febrero, la consejera de Enseñanza, Irene Rigau, pidió la "complicidad" de los directores de los colegios para "encontrar formas de hacer lo mismo [seguir aplicando la inmersión lingüística escolar obligatoria exclusivamente en catalán] pero de otra forma", y así evitar cumplir los recientes autos del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que ordenan a varias escuelas impartir, al menos, el 25% de las asignaturas en castellano. Y parece que su mensaje no ha caído en saco roto.
Al menos, eso es lo que se deduce tras comprobar la inicativa llevada a cabo por el director de la escuela L'Era de Dalt, Marc Peñarroya Casals, un centro público situado en la localidad barcelonesa de Tona, muy cerca de Vic.
Los hechos se remontan a varias semanas atrás, cuando Francisco Rivas, padre de una alumna de primaria de esa escuela, se dirigió al director del colegio para reclamarle una presencia equilibrada del castellano como lengua vehicular (que actualmente solo se utiliza tres horas a la semana), junto al catalán y al inglés, tal y como ordenan los tribunales.
El director critica al afectado en una carta enviada al resto de padres
El director se negó a atender su petición, y unos días después este caso apareció publicado en Nació Digital, aprovechando que el padre es también el representante del PP en Tona, cargo al que accedió en noviembre pasado.
Además, Peñarroya mandó una carta a las 313 familias de los 427 alumnos del colegio en la que señalaba al padre en cuestión acusándole de decir "mentiras" y de que su petición respondía a una acción "política".
"La lengua no ha sido nunca un conflicto en las escuelas, ha sido un elemento de cohesión social. Como director solo tengo el deseo de que la convivencia en nuestra escuela sea tan óptima como hasta ahora. No permitiré que un padre por cuestiones personales e ideológicas ponga en duda la dignidad de nuestro trabajo", añadía Peñarroya en la misiva enviada a los padres del colegio.
Por si eso no fuera suficiente, el Ayuntamiento de Tona -gobernado por CiU- también decidió publicar la carta del director del colegio en su página web.
"Me siento amenazado"
El padre afectado ha respondido a Peñarroya por escrito protestando por haberle señalado públicamente y ante los otros padres del colegio:
"¿Considera correcto su comportamiento? ¿Acaso pretende iniciar una campaña de persecución hacía mi persona? ¿No cree que ha sobrepasado el límite de la deontología profesional? [...] Me ha acusado de mentiroso, de desconocer la ley, de actuar por motivaciones políticas, personales e ideológicas, de romper la convivencia y de poner en duda la dignidad de su trabajo".
Y añade: "Me siento amenazado y le hago responsable de cualquier daño que sufra en el futuro. También le solicito encarecidamente que mi hija no padezca ni la más mínima consecuencia por la petición que he formulado y que se sirva adoptar las medidas oportunas para hacer factible que la educación en su grupo clase sea en castellano y en catalán en la proporción que los tribunales han adoptado".
A raíz de este suceso, Rivas ha promovido la creación de la Asamblea por una Escuela Bilingüe de Tona, que se ha constituido este sábado.
Esta es la quinta delegación local de la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), tras las de Sant Cugat -que fue la primera que se creó, en junio pasado-, Hospitalet, Castelldefels y El Prat. Las AEB son plataformas formadas por padres de alumnos que tienen por finalidad asegurar una presencia equilibrada del catalán y del castellano (además del inglés) en los centros educativos de Cataluña.