La lista de patinazos que acumula el nacionalismo catalán a la hora de de escoger los ejemplos con los que reivindicar el proyecto independentista que promueve el presidente de la Generalidad, Artur Mas, es cada vez más larga.

A las ya conocidas y desafortunadas comparaciones con Gandhi, con Israel, con Martin Luther King, con la abolición de la esclavitud, con Mandela, con Escocia e incluso con el Rally Dakar, en los últimos días se ha sumado la apelación a la situación de Ucrania, en un tono muy cercano al de la amenaza.

En concreto, el informe Estrechar lazos en libertad, elaborado bajo la tutela del consejero de la Presidencia y portavoz de la Generalidad, Francesc Homs, incluye el siguiente párrafo:

"Quizás la Constitución no quiera presentarse como una Verdad Eterna, pero a lo largo del texto [elaborado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación para rebatir los argumentos independentistas] se reitera que el tema de la organización del Estado y de la convivencia dentro de un marco común se resolvió de una vez por todas hace 35 años mediante la aprobación de dicha Constitución. Y, en cambio, se obvia el hecho de que las cosas pueden cambiar en tan solo unos meses... Por ejemplo, en el caso de Ucrania. En el referéndum del 17 de marzo de 1991 sobre el mantenimiento de la URSS (que todos los observadores internacionales concordaron en definir como válido y democrático), el 71,48% de los votos fueron favorables a la pregunta '¿Considera usted necesario el mantenimiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas como una federación renovada de repúblicas soberanas iguales en las que los derechos y las libertades de los individuos de cualquier nacionalidad sean completamente garantizados?'. A finales del mismo año y después de la declaración de independencia proclamada por el Parlamento (Soviético) de Ucrania el 26 de julio, se convocó un referéndum para el 1 de diciembre con la siguiente pregunta: '¿Apoya usted la declaración de independencia de Ucrania?'. El 90,32% de los ucranios votaron a favor... A veces, para bien o para mal, algunas sospechosas Verdades Eternas políticas duran meses. Si, además, el debate se cierra en falso, puede desembocar en una situación como la que vive justamente Ucrania en estos momentos".

Homs, arrepentido por la comparación

Este planteamiento generó duras críticas desde la oposición, e incluso desde dentro de la coalición que controla la Generalidad, como fue el caso de la postura que públicamente mantuvo el líder de UDC y portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida. Y el tiempo parece haberles dado la razón.

Este martes, la situación de Ucrania ha empeorado. El clima de preguerra civil que desde hace meses padece el país ha desembocado en nuevos y violentos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes que ocupan el centro de la capital, Kiev, causando una decena de muertos y más de un centenar de heridos de diversa consideración.

Consciente de que, en esta ocasión, la comparación ha sido -cuanto menos- inoportuna, Homs ha tratado de rectificar durante la rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo de la Generalidad:

"Si se tiene ganas de presentarlo fuera de contexto y de decir que aquí lo que se quiere es comparar Cataluña con Ucrania, oiga, es evidente que esta no es la voluntad del Gobierno [autonómico]. Incluso, si alguien puede llegar a pensar que esta es la voluntad del Gobierno [autonómico], realmente no nos conoce nada, porque no lo es, y además parece muy evidente. Pero si la gracia está en sacar las cosas de contexto y presentarlas así: ahora estos contrastan Cataluña con Ucrania y amenazan... Ni está en nuestra línea amenazar, ni está en nuestra línea hacer comparaciones que no tienen ningún tipo de fundamento [porque] es evidente que Cataluña no llegará nunca a la situación de Ucrania".

Ante la insistencia de los periodistas en esta cuestión, Homs ha sido más contundente: "Solo desde la mala fe se pueden presentar las cosas de esta forma. Es una descontextualización que no se ajusta al espíritu ni al tono del documento".

Sin embargo, lo cierto es que el documento elaborado por la Presidencia autonómica no deja lugar a dudas: "Si el debate [sobre la independencia de Cataluña] se cierra en falso, puede desembocar en una situación como la que vive justamente Ucrania en estos momentos".