Hace meses que no hay buena sintonía entre CDC y UDC, los partidos que forman la federación de CiU. Un desencuentro que sigue enquistado, según se deduce de las declaraciones del líder de la formación democristiana, Josep Antoni Duran i Lleida, en una entrevista publicada este domingo en El Punt Avui.
Preguntado por las críticas que recibe de sus socios de coalición, el presidente del Comité de Gobierno de UDC ha reconocido que es "uno de los políticos que viven con más incomodidad" ante la actual tensión independentista:
"A veces, se pueden tener discrepancias y sentirse arrastrado por las posiciones del socio mayoritario, sabiendo que en el partido muchos militantes pueden no entender qué hago porque tienen la presión de los convergentes del pueblo, la mediática...".
Y ha cargado contra las voces que, desde CDC, le atribuyen los malos resultados electorales de CiU. "Que se lo hagan mirar bien. Que revisen si soy el responsable de que haya una fuga masiva de votos a ERC y menor a Ciudadanos", ha esgrimido.
"[Mas y yo] podemos tener percepciones diferentes, no pasa nada"
Duran también ha reiterado sus críticas al contrainforme elaborado por el consejero de la Presidencia, Francesc Homs (CDC): "Diga lo que diga, hemos de evitar que esto acabe como Ucrania: con palos, piedras y acciones policiales. Hay algo en la acción exterior del último año y medio que no ha visto bastante claro, y ya se lo he expresado al presidente de la Generalidad y al propio consejero Homs".
De hecho, las diferencias de Duran con el discurso oficial del presidente autonómico van más allá, aunque considera que "podemos tener percepciones diferentes, no pasa nada".
En ese sentido, el líder de UDC ha insistido en que se mantiene el riesgo de que, a diferencia de lo que dice Mas, se produzca un "choque de trenes". "Es compatible que el lenguaje institucional obligue a decir que no habrá choque de trenes y que yo haga un discurso que deje claro que al final esto puede acabar mal", ha explicado.
"Algunos partidos han contribuido a la movilización [independentista]"
Pero uno de los desmarques más claros de Duran respecto al discurso oficial ha sido en relación al mito de que el proyecto secesionista va de abajo a arriba:
"No podemos ignorar que en las manifestaciones e incluso tras la movilización ha habido fuerzas políticas. Es cierto que las cosas han cambiado y que los partidos se han tenido que adaptar a la presión ciudadana, pero algunos partidos han contribuido a la movilización y a la extensión del sentimiento".
Tampoco se ha mostrado muy convencido de que el referéndum independendista llegue a realizarse, y ha apuntado a unas plebiscitarias como la opción más plausible.
Sobre una hipotética declaración unilateral de independencia, Duran cree que "no es la mejor opción para Cataluña". "No nos espera un mundo con los brazos abiertos, empezando por Europa y siguiendo por el resto de la comunidad internacional, ni el Consejo de Seguridad de la ONU, ni Rusia, ni China... [...] En la política internacional no hay amigos, hay intereses", ha advertido.
Aunque ha subrayado que "la confederación [que propugna UDC] no se aleja tanto" de la independencia, una opción que ha calificado de "legítima" siempre que "fuese pactada con España y la UE" y que "fuese la opción claramente mayoritaria de Cataluña y no rompiese la cohesión social".
Apuesta por desobedecer las sentencias sobre bilingüismo escolar
Sí que se ha posicionado de forma más contundente en defensa de la inmersión lingüística escolar obligatoria exclusivamente en catalán, y se ha mostrado preocupado por las cada vez más numerosas sentencias judiciales que ordenan restablecer el bilingüismo en los colegios.
"Comparto la voluntad de la comunidad educativa de continuar haciendo las cosas como se hacían hasta ahora", ha señalado, avalando las posiciones que propugnan el desacato y la insumisión frente a los tribunales.