La Asociación Catalana de Supermercados y Distribuidores (Cat-Dis), que agrupa supermercados de tamaño mediano, ha puesto datos sobre la mesa para asegurar que la liberalización de horarios comerciales -que defienden las grandes superficies- no sólo no ayuda a las ventas ni a crear empleo, sino más bien todo lo contrario.
En un comunicado, la asociación -impulsada en su creación, en 2012, por las cadenas Caprabo, Condis, Sorli y CoAliment-, asegura este martes que la liberalización de horarios comerciales "reduce el empleo y los salarios, además de perjudicar a los proveedores locales". Y añade que no favorece a las ventas, comparando datos de 2013 de Cataluña, donde la normativa autonómica establece ciertas limitaciones en los horarios, y Madrid, donde están totalmente liberalizados.
Según explica Cat-Dis, aunque el empleo en el sector cayó un 1,4% en Cataluña durante en 2013, en Madrid la caída fue superior, del 2,6%. La asociación también aporta datos similares para las ventas: un ligero crecimiento (0,1%) en Cataluña, y reducción (-1,9%) en Madrid.
Cat-Dis compara también los datos de Madrid con los de la media española, y resalta que son más negativos. Así, en 2013 se perdió un 1,3% de empleo en toda España, y las ventas se mantuvieron estables respecto al año anterior.
Crecee el empleo en el pequeño comercio
También este martes, la Confederación de Comercio de Cataluña (CCC), que agrupa a pequeños comerciantes catalanes, ha explicado que el sector está mostrando signos de recuperación.
En rueda de prensa, el presidente y el secretario general de la asociación, Pere Llorens y Miquel Àngel Fraile, han destacado que, durante el último trimestre de 2013, el empleo en el sector aumentó un 4,61%, lo que representa el mayor incremento en un solo trimestre desde el año 2008, es decir, desde antes de la crisis.
Sin embargo, han recordado que el pequeño comercio catalán tiene aun un 10% menos de trabajadores que en 2008, y que la mayor parte del empleo creado el último trimestre es de tipo temporal.
Piden protección para las tiendas "emblemáticas"
A la vez, Fraile ha pedido a los partidos políticos catalanes que tomen medidas para evitar el cierre de establecimientos "emblemáticos" debido a la aplicación de la ley de Arrendamientos Urbanos, que hará que, a finales de año, muchos establecimientos de larga trayectoria situados en zonas de alto valor, y que ahora aun pagan un alquiler de renta antigua, vean como este se multiplica, al ponerse a precios de mercado, abocando a los establecimientos al cierre o el traslado.
Fraile ha pedido que el Parlamento autonómico apruebe "algún tipo de moratoria", y que, mientras tanto, se aprueben también medidas para "proteger" a este tipo de establecimientos, que CCC sitúa en unos 100 sólo en la ciudad de Barcelona.
La situación de este tipo de locales se ha puesto de actualidad en los últimos meses. Primero, después del cierre de la librería Canuda -que estaba abierta desde 1931, y en el local de la cual se instalará una conocida cadena de ropa-, en la calle del mismo nombre de Barcelona. Posteriormente, después de que se haya sabido que tiendas de gran tradición como el Colmado Quílez, en la confluencia de Aragón y Rambla Cataluña; la pastelería Fargas, en la calle del Pi, o la filatèlia Monge, en la calle Boters, se verán afectadas por esta situación.