El consejero de la Presidencia y portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, y el presidente, Artur Mas

El consejero de la Presidencia y portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, y el presidente, Artur Mas

Política

Mas y 'Garbancito': la CDC desesperada

Mas no consigue recuperar credibilidad. No puede encontrar nada positivo en su balance de gobierno, ni obrar que manera que pueda recuperar voto. La desesperación explica las constantes salidas de tono de Mas y de Homs, a quien, desde CiU, se le recuerda su antiguo mote de Garbancito o Garbancito independentista.

10 febrero, 2014 03:04

Un consejero de la Generalidad ha reconocido a un grupo de diputados de dos partidos lo que ya expuse respecto a la última reunión de la ejecutiva de la federación de CiU. Consistía en el contenido de encuestas hechas por CDC indicando que en unas elecciones autonómicas, que se celebraran ahora, la suma de los escaños de ERC y de CiU no sería suficiente para lograr una mayoría. Curiosamente, ahora Homs habla, por primera vez, de la posibilidad de perder una consulta independentista.

En un país normal, cualquier gobierno haría una inflexión hacia un lado u otro, exponiéndola abiertamente. Aquí Mas sólo hace leves tanteos, o bien declaraciones radicalizadoras. El resultado siempre es el mismo. ganan otras fuerzas, nunca Mas ni CDC.

Sin puentes en el panorama político

Así, cuando Mas incrementa el griterío independentista, se beneficia ERC y la nebulosa de la ruptura, en primer término la llamada y nunca electa Assemblea Nacional Catalana. A Mas, los independentistas puros ya no se lo creen. Se han intentado usar recíprocamente, con la victoria final de ERC y la citada asamblea.

Si Mas dice algo aparentemente moderado, pasa lo mismo porque siempre se prefiere el original a la copia.

En la práctica, no hay puentes entre CDC y el resto del panorama político porque CDC los ha dinamitado a conciencia, durante largos meses.

Patadas bajo la mesa

Además, Cataluña es una sociedad muy pequeña. Las patadas bajo la mesa son identificadas y difundidas en cuestión de horas. Por ejemplo, se ha sabido con detalle que, en su reciente estancia en Madrid, Francesc Homs manifestó a un grupo de empresarios residentes en la capital de España que CiU era una barrera de moderación respecto a ERC. Los republicanos se enteraron aquella misma noche, mientras que ningún empresario se lo creyó.

Después de querer hacer ver que se quería crear un frente independentista, la fractura de este sector es innegable. Forma parte de un conjunto de fracturas esparcidas a por todas partes.

Los moderados, huyendo

A menudo coincido con personas (muchas de ellas catedráticos de universidad) que hasta hace poco habían tenido un cierto protagonismo social, como moderadores de tensiones, desde una óptica nada sectaria. Ahora me dicen que han decidido no aparecer en ningún debate, en particular en la TV. Ven una situación de conflicto generalizado y no les interesa ni estar cerca.

Todo esto parece que tendrá que desembocar en unas elecciones, porque Mas está perdiendo el interés en una consulta. Ve que si hubiera un sucedáneo -una de verdad es imposible- él no saldría victorioso. La opción más realista es la de darse un batacazo, entronizando a ERC como el primer partido independentista.

Un nuevo pescozón a CDC

Me dice un dirigente de UDC: "Todas las animaladas, a veces contradictorias entre sí, que claman Mas y Garbancito (refiriéndose a Francesc Homs) sólo tienen una explicación: su desesperación. Sobre el papel tienen mucho poder, en el sentido de que han apartado a todo el mundo, pero no lo controlan. Cuando actúan, los que se aprovechan son otros, en primer término ERC. Veo perfectamente posible que CiU pierda más de los doce diputados que ya perdió en las elecciones de noviembre de 2012".

Le pido que cómo es que llama a Homs Garbancito. Me dice que este mote se lo pusieron hace muchos años en CDC. Añade que hay dos variantes: Garbancito y Garbancito independentista. Estaba inspirado en el nombre de una famosa publicación infantil [En Patufet], nacida el 1904, y en el personaje homónimo.

De la gobernabilidad a la ingobernabilidad

Veo más desanimada que nunca a una fuente de CDC, a la cual expongo la anterior reflexión del dirigente de UDC. Me dice: "Cada vez me cuesta más tener alguna confianza en la política. Creo que las próximas elecciones, tanto las catalanas como las españolas, nos mostrarán un país ingobernable. El principal responsable de este drama habrá sido Mas. Fui de aquellos que aplaudía cuando Pujol hablaba de la contribución del catalanismo a la gobernabilidad de España. Ahora somos el principal factor de ingobernabilidad y nos quedamos como si nada".

Esta fuente, como las otras, cree que hasta el desenlace -probablemente con unas elecciones- del actual compás de espera todo empeorará. Ven imposible que Mas pueda presentar ningún balance mínimamente decente, mientras intuyen que esta imposibilidad todavía será más patente.