El consejero de la Presidencia y portavoz de la Generalidad, Francesc Homs, en plena campaña de pedagogía del proyecto rupturista de Artur Mas en el resto de España, ha planteado este jueves una propuesta para, en su opinión, hacer posible y legal un referéndum independentista: que primero se vote en Cataluña, y que después se celebre un referéndum en toda España para cambiar la Constitución. Una opción que, también este jueves, ha defendido otro político con puntos de vista diametralmente opuestos sobre el desafío secesionista, el ex ministro con Felipe González Josep Borrell.
Homs, entrevistado en el programa de la cadena Cope Las Mañanas, que dirige Ernesto Sáenz de Buruaga, ha considerado que el referéndum secesionista que defienden la Generalidad y su propia formación, CiU -junto a ERC, ICV-EUiA y la CUP-, es "perfectamente legal". A la observación de Sáenz de Buruaga de que la Constitución deja claro que la soberanía nacional reside en el conjunto de los españoles, también ha encontrado respuesta.
"Evidentemente, la ley no prevé la independencia de Cataluña, porque la Constitución dice lo que dice en sus primeros artículos", ha reconocido Homs. Que ha razonado, que, entonces, "la ley se tendría que cambiar, empezando por la propia Constitución".
Consulta "perfectamente legal"
Homs ha defendido la legalidad de una consulta en Cataluña asegurando que "no genera una situación jurídica nueva", porque sólo significaría "conocer con precisión cuál es la opinión de este cuerpo electoral, que es el catalán". En la hoja de ruta de Homs, si una consulta en Cataluña demuestra que "esta opinión es mayoritaria en relación a la independencia, esto se tendrá que negociar con las instituciones del Estado, y veremos el resultado de esta negociación y, obviamente, la posición del Estado la fijará el conjunto de la soberanía que representa al Estado español".
Una alusión velada a un referéndum en toda España, que Homs ha tenido que aclarar a continuación, ante la insistencia del conductor del programa:
"Fíjese en lo que le estamos planteando al Estado español: ¿Está usted de acuerdo en conocer con precisión lo que opina el pueblo de Cataluña, para después gestionarlo? Está claro, esto yo lo entiendo, que al Gobierno español le dé pereza, porque si se pone de manifiesto cuál es la opinión, digo la opinión, no la decisión, la decisión vendría después de un proceso de negociación donde, obviamente, se tendría que poner sobre la mesa, y probablemente se tendría que volver a votar, entonces por todo el mundo".
Y aun ha sido más claro el portavoz de la Generalidad cuando ha reiterado que, en su opinión, una consulta en Cataluña con un resultado favorable a la independencia "no generaría una situación jurídica nueva", sino que "por principio democrático, generaría un proceso de negociación donde se tendrían que modificar, si fuera el caso, todas las leyes, incluyendo la reforma de la Constitución". Una reforma en la cual "correspondería una votación del conjunto del cuerpo electoral español".
Homs también ha asegurado que el Estatuto de Autonomía de Cataluña, "una norma española", en su artículo 122, da a la Generalidad la "competencia exclusiva para organizar consultas" en Cataluña, y que este artículo "ha pasado por el filtro del Tribunal Constitucional". En este sentido, ha afirmado que sería preferible celebrar un referéndum de mutuo acuerdo con el Gobierno, y ha asegurado que, si la propuesta es rechazada, será por "razones políticas", porque sería "perfectamente legal" hacerlo.
Borrell quiere un proceso "en dos etapas"
Casi a la vez que Homs, ha opinado de una forma muy parecida el ex ministro socialista Josep Borrell. Entrevistado en el programa El Matí de Catalunya Ràdio, Borrell se ha mostrado a favor de una consulta independentista en Cataluña, siempre que sea acordada con el Gobierno, y siempre que no sea vinculante. Porque, para Borrell, la decisión final lo tendría que tomar el conjunto de la ciudadanía española en un segundo referéndum.
"El proceso se tendría que imaginar en dos etapas", ha dicho Borrell. "Saber qué es lo que quieren los catalanes, esto sólo se les puede preguntar a ellos, parece bastante lógico, ¿no? Otra cosa es cuáles son los plazos, las formas, el proceso de decisión, y este sí que es un tema que involucra a la soberanía que está hoy en día en la nación española", ha explicado.
Así mismo, Borrell ha asegurado que "hay que conocer lo que quieren los catalanes", y que "se tendría que hacer una consulta" para "verificar" cuál es su opinión. Precisando que "una cosa es una consulta", que "no tiene efectos jurídicos inmediatos", y que "otra cosa es una decisión". A la vez, ha lanzado un sutil dardo a los defensores del concepto del "derecho de decidir": "Una cosa es ser consultado y otra, decidir".