La independencia de Cataluña que promueve el presidente de la Generalidad, Artur Mas, sería un pésimo negocio para Cataluña y para el resto de España en términos económicos.
Así lo asegura la agencia de calificación crediticia Moody's, en un informe de su departamento de análisis publicado este miércoles, en el que advierte de que "la posibilidad de que Cataluña se separe de España podría desanimar la inversión extranjera y la actividad empresarial", y considera que "la secesión tendría un gran impacto negativo en la economía española" porque "Cataluña, que incluye la ciudad de Barcelona, representa el 19% del PIB total de España, el mayor porcentaje de todas las CCAA" y "es un motor clave para España".
De igual forma, en caso de una hipotética independencia, "la propia Cataluña también sufriría al poner en peligro todos los vínculos comerciales y financieros de que disfruta en la Unión Europea y la Eurozona", además de que el nuevo Estado "tendría que asumir una parte de la deuda pública del Estado español".
Aumentará la "presión" de los independentistas
Moody's prevé que "la presión sobre el Gobierno de España para que acepte un referéndum [secesionista] podría aumentar si los políticos independentistas logran una mayor representación en las elecciones europeas de mayo". Y alerta de que esta presión "también puede incrementarse si Escocia vota en septiembre en favor de dejar Reino Unido".
Aunque la agencia no indica cuál sería el rating de la deuda de una Cataluña independiente, ni cómo afectaría a la del resto de España, se deduce que en ambos casos empeoraría. En estos momentos, Moody's califica la deuda de la Generalidad como bono basura, mientras que la deuda soberana española la sitúa un escalón por encima del bono basura.
Por otra parte, el informe también advierte de que, aunque España ha empezado a salir de la recesión, se enfrenta a una "débil recuperación" y prevé que este año el PIB solo crezca un 0,6%, antes de repuntar un 1% en 2015.
Además, sostiene que el reciente incremento de la deuda soberana doméstica en las carteras de los bancos españoles es "insostenible" y alerta sobre la "alta tasa de paro" y la "restricción del crédito" a las empresas.