El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado este lunes ante el presidente de EEUU, Barack Obama, que la independencia de Cataluña "no se va a producir".

Durante una breve rueda de prensa celebrada en la Casa Blanca tras la reunión que han mantenido ambos mandatarios, Rajoy ha advertido de que los intentos secesionistas generan "inestabilidad política", "incertidumbre" y "división". Un "no saber adónde se va por parte de algunos" que no ayuda a la recuperación económica.

"Lo peor sería que algún día, cosa que no se va a producir, esas pretensiones se plasmaran en realidad, porque sería malo para todos pero sobre todo para los más pequeños", ha añadido. Y ha asegurado que "es evidente que todo eso lo vamos a superar".

Además, ha insistido en que "cuanto más grande se es mejor" para garantizar el bienestar de la gente, crear empleo, ofrecer servicios públicos o pagar deudas, por lo que ha instado a los independentistas a "actuar con sentido común".

Obama evita pronunciarse al respecto

Obama, por su parte, no se ha pronunciado sobre esta cuestión. Ha elogiado el "gran liderazgo" de Rajoy a la hora de estabilizar la economía española reduciendo el déficit público, empezando a generar crecimiento y devolviendo la confianza a los mercados, pero ha avisado de que ahora el "gran desafío" es la reducción del alto nivel de desempleo.

El presidente de EEUU también ha destacado que la relación entre ambos países en materia de seguridad y defensa "nunca" había sido tan fuerte como en estos momentos y ha agradecido la colaboración de España con EEUU en diversas operaciones militares.

La posición de Obama respecto al proyecto independentista promovido por Artur Mas se mantiene en el mismo punto que hasta ahora. El pasado 3 de enero, un día después de conocerse la carta enviada por el presidente de la Generalidad a los principales líderes europeos y el memorándum remitido a medio centenar de presidentes de gobierno de todo el mundo, la Embajada de EEUU en Madrid respondió que se trata de "un tema interno español" que es "competencia del Gobierno español".

De igual forma, en febrero de 2013, ante una petición popular a la Casa Blanca firmada por más de 33.000 personas solicitando apoyo para celebrar un referéndum independentista en Cataluña, la respuesta oficial también fue negativa para las aspiraciones secesionistas:

"Los Estados Unidos reconocen la singular cultura y tradiciones de la región catalana, pero consideran que el estatus de Cataluña es un asunto interno español. Estamos seguros de que el Gobierno y el pueblo de España resolverá esta cuestión de acuerdo con sus leyes y la Constitución".

Polémica por la selección de medios para la rueda de prensa

El encuentro entre Rajoy y Obama no ha estado exento de polémica, aunque por otro motivo. Algunos medios de comunicación españoles han protestado enérgicamente por no haber sido autorizados a asistir a la comparecencia de ambos presidentes.

De los quince periodistas españoles presentes en la rueda de prensa en el Despacho Oval de la Casa Blanca -junto a otro grupo de corresponsales estadounidenses-, dos pertenecían al equipo de Presidencia del Gobierno, y los trece restantes -seleccionados por la Secretaría de Estado de Comunicación- eran periodistas de El País, La Vanguardia, Abc, RNE, Onda Cero, COPE, TVE, Antena 3, Cuatro y la agencia EFE.

De esta forma, medios como Telecinco -la televisión más vista en España-, la Cadena Ser -la radio de mayor audiencia a nivel nacional-, El Mundo -el segundo diario impreso de pago más leído-, Expansión -el diario económico de mayor tirada- o Europa Press -la agencia privada de noticias líder en España-, no han podido asistir a la comparecencia de Rajoy y Obama. Tampoco han podido cubrir el encuentro -más allá de La Vanguardia- otros medios catalanes, muy interesados en las posibles referencias al proyecto secesionista de Artur Mas que previsiblemente iban a producirse.

Según algunos de los medios excluidos, las explicaciones ofrecidas por la Secretaría de Estado de Comunicación sobre la fórmula para realizar la selección de medios autorizados a acceder a la Casa Blanca han sido contradictorias.