El Ayuntamiento de Barcelona no conoce límites a la hora de propagar el secesionismo. Una vez más, se han abierto las puertas de esta institución pública para difundir las argucias de un proyecto independentista que quiere ubicar en la capital catalana "el centro nacional del país". En esta ocasión, es Turismo de Barcelona, organismo de carácter económico vinculado al Ayuntamiento, quien, participando de la maniobra propagandística de este, ha elaborado un dossier que de manera pertinaz señala los últimos hitos independentistas como principal reclamo turístico de la ciudad.
No es ni mucho menos la primera vez que la agenda del Gobierno municipal se ve lastrada por la vocación separatista de CiU. Esta vez le ha tocado desarrollarla al consorcio dedicado a la promoción turística de la ciudad condal, con el particular pretexto de rememorar sus 20 años de existencia.
Para celebrarlo, Turismo de Barcelona ha editado una memoria, que este jueves recoge el diario El Mundo, en la que analiza las razones que han llevado a la capital catalana a captar en los últimos 10 años más de 100 millones de turistas, y entre los principales motivos apunta nada menos que a la deriva independentista de Barcelona.
Como muestra, un botón: Barcelona, "como capital de Cataluña", se ha erigido en "el centro nacional del país" y en el "epicentro político" catalán gracias a la manifestación de la Diada de 2012, acontecimiento que es considerado por Turismo de Barcelona como "el gran punto de inflexión" del independentismo. Ese es y no otro el rasgo "identitario" más reseñable de la ciudad que este ente participado por el Ayuntamiento de Barcelona y la Cámara de Comercio aúna al afamado carácter "cosmopolita", "mediterráneo" o "vanguardista" de la capital.
"Es lo más absurdo y contrario al ADN barcelonés"
La guía de Turismo de Barcelona toma prestadas las cifras que la Assemblea Nacional Catalana (ANC) difundió con motivo de aquella manifestación de 2012 y, con esta base, explica a los potenciales turistas que ese 11 de septiembre "un millón y medio de catalanes se manifestaron por las calles de la ciudad".
La apelación a este tipo de eventos es un hecho recurrente en el dossier, de modo que vuelve a ellos cuando repasa los acontecimientos que considera más remarcables de 2013. Entre ellos, claro, "la manifestación de la Diada Nacional, bajo el lema Catalunya, nou Estat d'Europa", olvidando u omitiendo que, en realidad, esa convocatoria tuvo lugar en 2012.
Pero, más allá de esta anécdota, el sesgo es sorprendente por cuanto en este año los habitantes de Barcelona han visto cómo se inauguraba la nueva terminal del Puerto, la conexión entre París y la capital catalana mediante el AVE, los Mundiales de Natación, la puesta en marcha de la reforma de la Diagonal, el Paralelo y el Paseo de Gracia o el dato nada desdeñable para toda guía turística de hasta veinte restaurantes con al menos una estrella Michelin en la ciudad.
Por supuesto, la apertura del Borne Centro Cultural no podía ser desatendida. "El último ejemplo de las raíces identitarias de la capital catalana", señala el dossier, a contrario de la tesis que públicamente defiende el alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CiU), y que pasa por negar que el nuevo espacio cultural sea una suerte de memorial soberanista. Pero es que, además, el Borne Centro Cultural es el primer cebo para turistas que aparece en la web del consorcio, desde donde se invita a los incautos a descubrir cómo "los catalanes lucharon por sus libertades" en 1714.
La memoria ha sido enviada a responsables políticos y a empresas especialmente volcadas al turismo, según ha confirmado El Mundo. Y las primeras muestras de rechazo no se han hecho esperar. Así, el líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, ha lamentado que la "obsesión independentista" del consistorio se haya instalado en este ente dedicado al turismo. "Pretender justificar que Barcelona tiene interés turístico por el carácter identitario es lo más absurdo y contrario al ADN barcelonés".
Pero lo cierto es que no es la primera vez que Turismo de Barcelona incurre en este sesgo ideológico. En marzo, su director general, Pere Duran, sostuvo, en referencia a la inversión de los fondos de la tasa turística, que "al mercado español no le dedicaremos ni un euro, porque es absolutamente inútil".